Quedó a un paso, apenas un escalón de subirse a la gloria, a ese sitial que soñó y que le implicaba una montaña de dinero. Emma Vich no consiguió seducir a los fanáticos y perdió en su batalla en las votaciones ante Bautista Mascia, para culminar con el segundo puesto de Gran Hermano.
El estilista aprovechó diferentes situaciones de la temporada, esquivó en diversas ocasiones la eliminación y hasta se recompuso al desprecio que le ejecutó Furia, a quien consideraba su única amiga y aliada en la casa. A pesar de los contratiempos, logró acceder al subcampeonato.
En el instante que Santiago del Moro anunció al uruguayo como ganador indiscutido de la edición del reality, Emma explotó en un mar de sensaciones, mayoritariamente de alegría y así aterrizó en el estudio, movilizado por unas vibraciones de felicidad extrema.
En ese momento en que salió del encierro de larguísimos meses, Vich descubrió que su mamá se encontraba en la tribuna, en realidad le avisó el conductor del programa. De esa manera, el blondo corrió inmediatamente a fundirse en un abrazo eterno con la mujer que lo trajo a este universo.