Más allá del virtuosismo y la destreza que esgrimen los bailarines a la hora de ejecutar una coreografía de tango, la indumentaria juega un papel fundamental. Comodidad, elasticidad, texturas y elegancia son las principales características que buscan los danzarines en su vestimenta al momento de desarrollar su performance.
Fueron esas premisas que tuvieron en cuenta Lucila Segura, Viviana Laguzzi y Leandro Gómez a la hora de emprender sus negocios relacionados con el mundo de la moda, el diseño y la confección de prendas pensadas para bailar tango.
Lucila está al frente de Lucila Segura Indumentaria (www.lucilasegura.com), marca de ropa para bailarinas de tango; Leandro es director de Fabio Shoes, fábrica de zapatos para hombres (www.fabioshoes.com.ar), mientras que Viviana, por su parte, desarrolló dos marcas relacionadas con la música porteña: Madreselva (@madreselvashoes) y Mimí Pinzón (www.mimipinzon.com.ar), de calzado y ropa para bailar, respectivamente.
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Las marcas participan en la feria de ropa y calzado para tango que se instaló en el segundo piso de la Usina del Arte, mientras se desarrolla la edición 2024 del Tango BA Festival y Mundial que finalizará el martes 27 en el Movistar Arena.
Si bien las tres firmas tienen un amplio reconocimiento en el ámbito local, sus prendas también son muy requeridas en el extranjero.
El desembarco de los emprendedores en este rubro no fue al azar. Tanto Segura, como Laguzzi y Gómez formaron parte de reconocidas compañías de shows de tango, que llevaron el ritmo del 2×4 por todo el mundo.
Alejados ahora de las grandes giras internacionales, los emprendedores encontraron en la producción de indumentaria otra forma de permanecer ligados a la música ciudadana más allá de que aún “le sacan viruta al piso” en diferentes shows, la docencia o la creación de coreografías relacionadas al 2×4.
Al ritmo del 2×4. Luego de participar en diferentes compañías de tango por más de 25 años, en especial con el maestro Juan Carlos Copes, Leandro Gómez sintió la necesidad de continuar con el legado de Copes en el desarrollo de calzado para hombres, en el que la suela, la capellada y la flexibilidad marcan el diferencial. “Copes fue el primero, junto a Juan Fattomano, en diseñar y fabricar calzado de tango. Junto al Maestro aprendí los secretos de la confección del calzado para bailar”, reseñó.
Tras bajarse de los escenarios, Gómez junto a un socio comenzó a desarrollar la marca. “La idea fue continuar con la evolución del calzado de bailarín. Utilizamos cueros y suelas especiales para que el hombre ‘pivotee’ o ‘planee’, mientras baila y tenga mejor adherencia. Los zapatos, por ejemplo, tienen en la suela un centro de goma”, explicó Gómez en su charla con PERFIL. “Ahora volvimos a fabricar modelos con suelas y capelladas que usaban los bailarines en las milongas de antaño”.
El showroom de Fabio Shoes se encuentra en el barrio de Balvanera, en Belgrano al 2600.
En el caso de Lucila Segura, bailarina profesional de tango y coreógrafa, creó su propia marca a partir de su experiencia de vivir tres años en Firenze, Italia. Mientras repartía su tiempo entre clases de tango y shows por Europa, Lucila estudió sastrería teatral. “Ahí me formé y cuando regresé seguí haciéndome la ropa que utilizaba en las presentaciones. Después confeccioné prendas para distintas compañías hasta que abrí mi propia marca, que ya lleva 15 años”.
Según explicó la diseñadora, su estilo se caracteriza por la elegancia, “Es mi sello, mi identidad. Mis prendas tienen talles altos a la cintura y faldas que pasan las rodillas. Me gusta realzar la forma de la mujer, mostrar la sensualidad en espaldas escotadas y los hombros desnudos. Busco prendas sugestivas que insinúen sin mostrarlo todo. Y siempre priorizo la comodidad. Más allá de estas características, también busco que a mis vestidos la mujer los pueda usar no solo para bailar sino también en un casamiento, un cumpleaños de 15 o una salida especial”, enfatizó.
El showroom de Lucila Segura se encuentra en pleno centro porteño, en Corrientes al 1600.
Considerada una de las pioneras en desarrollar una marca de indumentaria para bailarinas de tango, Viviana Laguzzi creó Mimí Pinzon en 2000.
“Es la primera boutique de tango del país y creo, del mundo. Luego, en 2005, sumé Madreselva, la línea de calzado. Así ambas marcas se complementan y como nombres elegí dos tangos muy reconocidos”, aseguró Laguzzi, quien formó parte de la compañía de Mariano Mores y del Sexteto Mayor. Desde un principio me fue muy bien, al punto que fue elegida desde el primer campeonato Mundial de Tango, hace 21 años”, aseguró Viviana. Respecto a su sello, a su distinción de lamarca, la exbailarina afirmó que “mi sello son los brillos, los bordados, las piedras,,la combinación de texturas. Todos mis products son elaborados a mano.”, agregó.
En el caso de Laguzzi, su showroom se encuentra en uno de los edificios más emblemátcios de la ciudad, El Palacio de los Lirios, ubicado sobre la aven ida Rivadavia al 2000, entre Junín y Ayacucho. En este sentido, la emprendedora señaló: “Es un lugar mágico, de ensueño, para mí. allí instalé mi oficina en la que recibo a mis clientes y pienso nuevos desarrollos para mis marcas. Es un edificio diseñado por un arqutiecto que se inspiró en Gaudí, ni más ni menos”, enfatizó por último Laguzzí.
El tango es hoy, sin guapos ni puñales
Juan Güerri*
Atravesar bailando la Ciudad y que en cada esquina se escuche un tango…
Cuando llega el Festival y Mundial los sueños identitarios nos acercan a un mundo feliz que no es el de Huxley. Es un planeta donde la primera danza de abrazo en la historia, el Tango, en agosto 2024 se amplifica. Con récord de inscriptos este año -750 parejas y 53 países- se cumplen 15 años de que fuera declarado Patrimonio inmaterial de la Humanidad (aunque Osvaldito Cartery, el gran campeón del mundo en 2004 a sus 66 años decía: “Es mío es nuestro” marcando la inevitable pertenencia al Rio de la Plata).
Este año cuenta con una curaduría artística y la mirada cuidadosa, amplia y certera de Gustavo Mozzi. Lo acompañaron dos grandes músicos en la tarea, Pablo Agri y Pablo Motta.
Laura Mazzei hizo que la máquina tanguera fluyera desde las preliminares en el país, en el mundo y en cada acción, desde las milongas porteñas al Teatro Colón.
El CC San Martin fue sede de la danza, recuperando un espacio significativo para el tango, con Natacha Poberaj que cuidó y pensó para que los matices infinitos del tango y el movimiento tuvieran lugar allí.
Desde la Asociación Tango Baile participamos en las veedurías, en propuestas artísticas y de enseñanza.
El campeonato tuvo una gran selección de jurados coordinada por la bailarina y maestra Silvia Toscano.
En el día a día de la competición, la labor estuvo a cargo del conocedor de la “cancha bailable”, Martin Frosio.
Para esta edición, el Canal de la Ciudad se transformó en un gran difusor de cada actividad con un programa diario, conducido por Daniel Campomenosi, Emiliano Rella, Johana Copes y un servidor.
El Ministerio de Cultura de la Ciudad planteó este año una reafirmación de nuestra identidad, festejando la final en el Movistar Arena, lugar del trap, del rock, y del pop. “ Ser nosotros por siempre y a fuerza de ser convencernos y así convencer…” decían Eladia y Chico. Ahora el Arena de Villa Crespo es sede también de la gran fiesta del Tango.
*Presidente de la Asociación tango baile.