El 7 de octubre de 2023, la vida de Luis Har y Clara Marman cambió para siempre tras ser secuestrado por la organización terrorista Hamás. La pareja se encontraba en el kibutz Nir Itzjak donde residía Clara quien ese fin de semana, aprovechando que era un día festivo para la colectividad judía, había invitado a pasar unos días a su hogar, a su hermana Gabriela, su sobrina Mía y a su cuñado Fernando. Todos fueron conducidos a Gaza. Clara pasó 53 días y Luis 129 en cautiverio. Ambos sufrieron los horrores del cautiverio y la tortura psicológica.
La pareja argentino – israelí se encuentra de paso por el país donde se encargan de narrar su historia. En Córdoba participaron de un encuentro organizado por la legisladora Nadia Fernández quien convocó a legisladores de distintas fuerzas políticas en una de las salas del recinto legislativo.
Allí, Har y Marman pudieron contar parte de lo que les tocó vivir y finalizada su exposición dialogaron con PERFIL CORDOBA.
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“Es muy importante poder difundir lo que nos pasó”, enfatizó la pareja. La primera en expresar su vivencia fue Clara Marman quien contó: “mi casa esta a 3 kilómetros de Khan Yunis. Siempre me sentí muy protegida. Ese día tuvimos un acontecimiento familiar, estábamos todos en mi casa, y en un momento las alarmas sonaron, pero esta vez más de lo habitual. En un momento prendimos la tele y vimos q no eran sólo alarmas, sino que había ocurrido una penetración de terrorismo. En las imágenes vimos las camionetas blancas baleando indiscriminadamente a todos hasta que en un momento empezamos a recibir información en grupos de whatsapp de que dentro del kibutz se escuchaba idioma árabe y tiroteos”, describió.
“Los cuartos de seguridad están preparados para misiles, pero no para terrorismo por lo que no se traban”, explicó Har. “Intentamos trabar todo con lo que teníamos: perchas, sillas. Afuera, los terroristas emboscaron al equipo de seguridad interno del kibutz, los mataron a todos. En un momento se escuchan vidrios rotos y nos dimos cuentas que los terroristas habían entrado por las ventanas. Empezaron a balear la puerta del refugio y nos salvamos por estar agachados, sentíamos el calor de las balas pasándonos por encima hasta que finalmente lograron abrir”, agregó Clara emocionada.
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El relato lo continuó Luis Har quien brindó más detalles sobre la trágica madrugada de ese 7 de octubre: “cuando entraron al refugio les pedimos que no disparen y allí nos arrastraron brutalmente. Un terrorista se me puso al frente y me empezó a gritar de una manera terrible. No entendía que me decía porque gritaba en árabe. Sus ojos estaban totalmente dilatados, después nos enteramos que habían consumido sustancias previamente. La casa estaba llena de terroristas que rompían todo. Nos subieron a una camioneta, nos sentaron sobre un arsenal enorme de armas y cinco personas caminaban sobre nosotros, nos pisaban como si no hubiera nadie. Celebraban que nos habían secuestrado mientras íbamos camino a la frontera. Clara trato de atajar los golpes que nos daban en la cabeza y yo le baje la mano para que no pensaran que queríamos tocarle el arma”.
Llegada a Gaza
Rápidamente y en camionetas que iban y venían desde Gaza hacia Israel con secuestrados, Luis y Clara fueron trasladados a la ciudad de Khan Yunis. Por un pequeño portón los ingresaron a un túnel. A través del mismo salieron a la ciudad de Rafah donde quedaron secuestrados en una casa vacía, propiedad de uno de los terroristas de Hamás. Clara permaneció 53 días hasta que fue liberada junto a su sobrina y su hermana. Luis y su cuñado estuvieron más de cuatro meses hasta que una operación de rescate del ejército israelí pudo dar con ellos.
“El cautiverio es un infierno. Estábamos acostados en colchonetas muy finitas. Llegamos a comer una pita por día. Teníamos varios guardias en la puerta. Recibimos mucha violencia psicológica y nos sentimos muy amenazados. Tuvimos suerte. Conocemos mucha gente que estuvo en túneles y estuvieron aislados, con capucha, gente que sufrió violencia sexual tanto en mujeres y hombres frente a niños. Cada 10 o 12 días nos traían un balde de agua para higienizarnos”, describieron.
La liberación
Har fue rescatado en una operación secreta del ejército en las profundidades de Gaza, el pasado 12 de febrero. “Sentí una explosión, el ruido de un avión, fuego, balas, ni en una película vi algo así. De pronto alguien me baja la cabeza y me dijeron: ´Tzahal (Ejército), vinimos a llevarlos a casa y me subieron a un helicóptero de regreso a casa”.
Consultados por este medio, aseguran que “no sienten rencor con sus secuestradores”. “Nosotros recibimos nuestra vida de nuevo y no guardamos ni rencor ni bronca con nadie. Solamente vemos las cosas buenas. Ante esta nueva oportunidad siento que tengo que disfrutar de Clara, mis hijos y mis nietos. Esta gira es una misión que sentimos que nos ha sido encomendada. Salimos adelantes y queremos dar luz y fuerza a aquéllos que lo precisan”.