El sector de alimentos y bebidas, históricamente uno de los más sensibles al impacto inflacionario, mostró signos de desaceleración en diciembre, consolidando una tendencia que ya venía marcando la segunda mitad de 2024.
Según datos del Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA), los precios de la canasta en supermercados subieron un 2,7% en diciembre, frente al 3,1% registrado en noviembre. Este comportamiento refuerza la contención de precios en un año con una inflación acumulada superior al 100%.
Diciembre: variaciones destacadas en alimentos básicos
Aunque la inflación general para alimentos fue moderada, algunos productos específicos tuvieron incrementos importantes:
- Aceite de girasol: Subió un 8,2% en diciembre, siendo el producto básico con mayor alza.
Carnes y huevos:
- El pescado tuvo un incremento significativo del 23,76%.
- La carne vacuna subió un 6,18%, mientras que el pollo mostró una leve baja del 0,21%.
- Los huevos se encarecieron un 4%.
- Lácteos y derivados: Subieron un 3%.
- Azúcar, dulces y golosinas: Incremento del 2%.
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Por otro lado, algunos productos básicos, como el arroz, mostraron incluso deflación, con una caída del 1,7% en diciembre.
El acumulado del año: Bebidas y dulces lideran los aumentos
En el análisis anual, los rubros con mayores incrementos fueron:
- Bebidas sin alcohol: Subieron casi 130%.
- Bebidas alcohólicas: Aumentaron 123%.
- Dulces y golosinas: Incremento de 125,6%.
Por el contrario, algunos rubros experimentaron aumentos menores, reflejando la desaceleración inflacionaria en ciertos sectores:
- Aceites y mantecas: Subieron 64,6%, el menor incremento del año.
- Productos de cuidado personal: Aumento del 74,5%.
- Productos de limpieza: Incremento del 89,9%.
Consumo masivo: un año difícil pero con mejor cierre
El consumo masivo, especialmente en rubros como bebidas y dulces, enfrentó una fuerte caída interanual en torno al 20%, según estimaciones preliminares de Scentia. Sin embargo, las ventas en las semanas de las Fiestas mostraron un repunte, lo que podría reducir la cifra de caída anual.
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La desaceleración de los precios, especialmente en alimentos sensibles, responde en parte a políticas de control inflacionario y a un mercado con baja demanda que obligó a los fabricantes y supermercados a moderar los incrementos.
Las perspectivas para económicas para este 2025
El cierre de 2024 deja un panorama mixto para el sector de consumo masivo: aunque los precios comienzan a desacelerarse, la recuperación de las ventas sigue siendo un desafío, especialmente en productos no esenciales como las bebidas y los dulces.
Para 2025, la evolución del consumo estará ligada a la estabilidad macroeconómica y al poder adquisitivo de los consumidores. La moderación de los precios podría ser un indicio de alivio para el bolsillo, pero aún resta evaluar cómo impactará en la recuperación del mercado interno.