En la última jornada el dólar estadounidense se negoció al cierre a 6,06 reales brasileños en promedio, lo cual implicó un cambio del 0,75% frente a los 6,01 brasileños de la sesión previa.
Teniendo en cuenta los últimos siete días, el dólar estadounidense marca un ascenso del 0,31%, por ello en el último año mantiene aún una subida del 21,85%.
Respecto de días anteriores, con este dato frenó la racha negativa que llevaba en las tres jornadas anteriores. La volatilidad de los últimos siete días es superior a la cifra lograda para el último año (11,67%), presentándose como un activo con mayores alteraciones de lo habitual.
El Fondo Monetario Internacional prevé que Brasil logre una tasa de crecimiento del 2.1 por ciento para 2025, considerando a las exportaciones de energía y de materias primas como principales impulsores de su economía.
La actividad agropecuaria también representará un avance importante para la economía del país sudamericano, pues el Banco Central prevé que este sector registrará un crecimiento superior al esperado. En su más reciente deporte, el organismo brasileño explicó que la mejora de las previsiones económicas se produce en un contexto de turbulencia relacionadas con su moneda local.
En las últimas semanas del 2024, el real brasileño se devaluó casi un 9% frente al dólar estadounidense y a pesar de que la Abogacía General del Estado solicitó una investigación sobre la difusión de noticias falsas que “supusieron una interferencia directa en la percepción de los mercados sobre la moneda nacional”, el Banco Central descartó que exista un ataque especulativo en contra de su divisa.
El Banco Central estima que el Producto Interno Bruto del 2025 sea menor al de 2024, debido a la expectativa de un menor impulso fiscal y la inflexión de política monetaria en curso.