Meta, la empresa fundada y encabezada por Mark Zuckerberg que controla Facebook, Instagram y WhatsApp, anunció cambios en su política de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés).
En una comunicación interna dirigida a sus empleados, la firma justificó estas modificaciones apuntando a «los cambios legales y políticos» en los Estados Unidos, en un contexto marcado por la asunción del nuevo presidente Donald Trump.
Meta decidió eliminar su equipo dedicado a la diversidad y modificar varias políticas relacionadas con la contratación y representación de grupos históricamente subrepresentados. Según Janelle Gale, responsable de personal de Meta, estas decisiones responden a un panorama político y jurídico que pone en duda la efectividad y equidad de las iniciativas de DEI.
En el comunicado, Gale afirmó que la empresa «siempre ha buscado servir a todos» y señaló que los objetivos de representación para mujeres y minorías étnicas se habían eliminado previamente para evitar la percepción de que las decisiones de contratación se basaban en características protegidas como raza o género.
La decisión se da en un contexto de creciente alineamiento entre Meta y el gobierno de Trump. Zuckerberg donó un millón de dólares para la ceremonia de investidura del mandatario, marcando un cambio de estrategia respecto a su postura crítica hacia el magnate en el pasado.
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Meta busca posicionarse en un entorno político donde el enfoque en la diversidad es visto con escepticismo por parte de sectores conservadores. Este movimiento no es aislado; otras empresas como Walmart y Harley-Davidson también desmantelaron programas similares en medio de boicots y presiones sociales.
Las decisiones de Meta generaron reacciones encontradas. Mientras algunos celebran el enfoque hacia una contratación basada exclusivamente en méritos individuales, otros critican el desmantelamiento de iniciativas que buscaban mitigar las desigualdades históricas.
La eliminación de los programas de diversidad podría reducir las oportunidades para grupos subrepresentados y limitar el impacto positivo que estas políticas tuvieron en la inclusión dentro de las tecnologías de la información y la comunicación. Al mismo tiempo, los críticos advierten que estas decisiones reflejan una priorización de intereses políticos y económicos sobre los principios éticos y sociales.
Meta aseguró que, aunque descontinúe sus programas DEI, continuará enfocándose en prácticas que fomenten la equidad y la accesibilidad en sus productos. Según Gale, «los equipos diversos, en términos de conocimientos y perspectivas, son clave para innovar y resolver problemas complejos».
El desafío ahora será cómo esta decisión afecta la percepción pública de la compañía y su capacidad para atraer talento diverso en un sector donde la competencia por los mejores profesionales es feroz.
Otro guiño de Mark Zuckerberg a Donald Trump
Meta había anunciado este año que cesará su programa de fact-checking (verificación digital) en Estados Unidos, como política de moderación de contenido.
«Vamos a eliminar a los fact-checkers (verificadores de contenido) para reemplazarlos por notas comunitarias similares a las de X (antes Twitter), empezando en Estados Unidos», dijo Zuckerberg.
Zuckerberg argumentó que «es hora de volver a nuestras raíces alrededor de la libre expresión y dar voz a la gente en nuestras plataformas». Además del cierre del programa contra las fake news, contó que van a simplificar sus políticas contenido y que van a «eliminar las restricciones en temas como la inmigración y el género que están fuera de contacto con el discurso convencional».
«[Vamos a] cambiar la forma en que aplicamos nuestras políticas para eliminar la gran mayoría de los errores de censura, centrando nuestros filtros en hacer frente a las violaciones ilegales y de alta gravedad y exigiendo una mayor confianza para que nuestros filtros tomen medidas», expresó.
En ese contexto, manifestó que van a traer de vuelta contenido cívico a las redes. «Estamos recibiendo comentarios de que la gente quiere ver este contenido de nuevo, así que lo volveremos a Facebook, Instagram e Threads mientras trabajamos para mantener a las comunidades amigables y positivas».
Los equipos de moderación de contenido se mudarán de California a Texas, donde Elon Musk -a quien algunos consideran un virtual vicepresidente bis de la nueva administración por su influencia creciente sobreTrump- tiene sus cuarteles centrales.
Zuckberger explicó que los equipos de confianza, seguridad y moderación, que se encargan de la revisión de contenidos de las plataformas, es decir los que marcan cuando contenidos tienen potencial desinformador o son directamente noticias falsas, irán a Texas por una cuestión de sesgo. «Eso ayudará a eliminar la preocupación de que los empleados sesgados están censurando demasiado contenido».
En su explicación, el CEO de Meta también mencionó al presidente republicano que asumirá el próximo 20 de enero. «Vamos a trabajar con el presidente Trump para hacer retroceder a los gobiernos extranjeros que van detrás de compañías estadounidenses para censurar más».
«Los Estados Unidos tienen las protecciones constitucionales más fuertes para la libre expresión en el mundo y la mejor manera de defenderse contra la tendencia de extralimitación del gobierno en la censura es con el apoyo del gobierno estadounidense», lanzó el fundador de Facebook, cuyas normas de control del discurso públicos copiarán a partir de ahora, en principio en los EE.UU. las de X, la red de Elon Musk, que se basa en notas comunitarias en reemplazo de los fact-checkers.
Zuckerberg dijo que las normas de moderación de las redes de Meta había ido demasiado lejos. «Hemos llegado a un punto en el que hay demasiados errores y demasiada censura. Las recientes elecciones también parecen un punto de inflexión cultural que nos lleva a volver a priorizar la libertad de expresión», analizó.
«Después de que Trump ganara las elecciones en 2016, los medios tradicionales escribieron sin parar cómo la desinformación era una amenaza contra la democracia. Tratamos en buena fe de acompañar esas preocupaciones sin convertirnos en los árbitros de la verdad, pero los fact-checkers han tenido demasiados sesgos y han destruido más confianza de la que crearon, sobre todo en Estados Unidos», sentenció en una de las partes más fuertes de su video.
«Llevará tiempo conseguir esto bien y estos son sistemas complejos por lo que nunca serán perfectos. ¡Pero este es un importante paso adelante y espero con ansias este próximo capítulo!», sostuvo.