Luis Caputo aprobó un test clave de canje de deuda en pesos y despejó vencimientos hasta 2026

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El ministro de Economía, Luis Caputo, logró este viernes una adhesión de 64% en el canje voluntario de deuda en pesos, con el cual buscaba descomprimir vencimientos que operaban entre mayo y noviembre, totalidad de vencimientos en 2024 por un monto que ascendía a $22 billones.

De esta manera, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, indicó que el Gobierno consiguió despejar vencimientos por $14 billones y patear los compromisos de pago repartidos entre marzo y diciembre de 2026. Al respecto, el funcionario remarcó que «se estiró la vida promedio del perfil de vencimientos desde 0,54 a 1,51 años».

Los analistas estimaban que iba se iba a lograr un alto grado de aceptación porque consideraban que el menú y la tasa ofrecida eran atractivos. Y también porque se espera que continúe la desinflación hacia adelante, y el mercado venía demandando tasa fija por sobre instrumentos atados a inflación ante esta expectativa.

En cuanto a los objetivos del canje, Alejo Costa, Head of Economic Research & Strategy de Max Capital, señaló que «el canje busca reducir el riesgo de rollover en la previa a las elecciones, probablemente como parte de una relajación de las restricciones cambiarias».

En sintonía, Pilar Tavella, directora de Research Macro & Estrategia en Balanz, sostuvo que el Gobierno buscó «estirar plazos de la deuda en pesos para reducir riesgos de rollover y mejorar las condiciones para una eventual flexibilización del cepo».

Con la misma mirada, en Facimex Valores afirmaron que el objetivo fue «despejar el perfil de vencimientos previo a las elecciones legislativas y bajar drásticamente el costo de intereses».

Canje de deuda: ¿qué menú ofreció Economía?

La operación de conversión contó con once títulos elegibles: ocho LECAP (letras a tasa fija), dos Boncer (bonos atados a la inflación) y un Boncap (bono a tasa fija), que vencían entre mayo y noviembre de este año.

A cambio, los tenedores que aceptaron participar del canje recibirán una canasta integrada en partes iguales por cuatro bonos con tasa dual (pagará la mayor entre lo que arrojen la tasa fija incluida en la operación y la tasa variable TAMAR, que es la que corresponde a los plazos fijos superiores a los $1.000 millones).

Esos bonos vencerán el 16 de marzo de 2026, el 30 de junio de 2026, el 15 de septiembre de 2026 y el 15 de diciembre de 2026. Capitalizan intereses y los pagan a vencimiento, según qué alternativa haya capitalizado un mayor monto de intereses. La tasa efectiva anual de la canasta para la opción a tasa fija es de 29,5%.

En Facimex Valores precisaron que los títulos elegibles «concentran más del 70% de los vencimientos (excluyendo LeFi) entre mayo y noviembre». Y remarcaron que fue un canje pensado para tenedores privados, ya que estimaron que apenas el 12% de los títulos elegibles estaban en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, mientras 29% en manos de bancos privados, 11% en Fondos Comunes de Inversión, 5% en bancos públicos y el 44% restante entre otros acreedores como aseguradoras, corporativos y cajas».

Canje de deuda en pesos: un test con muy buen resultado de Luis Caputo

Quirno detalló que en el canje «el sector privado aportó aproximadamente el 55% de sus tenencias«, y precisó que «la tasa de capitalización se redujo desde un promedio ponderado de 3,94% TEM de los títulos elegibles hacia 2,20% TEM de la nueva cartera».

El funcionario resaltó que «la estrategia financiera centrada en la extensión del perfil de vencimientos a tasas nominales descendentes es un pilar del ancla monetaria requerida para sostener el proceso de desinflación con crecimiento económico».

Pedro Siaba Serrate, jefe de estrategia de PPI, evaluó que «es un buen resultado, el nivel de aceptación es muy bueno, y el Tesoro despeja vencimientos de forma significativa», y destacó que era lógico un buen grado de adhesión «porque las condiciones eran muy atractivas con una buena tasa fija» en un contexto donde el mercado «está esperando que el BCRA baje la tasa» monetaria.

El analista financiero Gustavo Ber juzgó que es un «excelente resultado al captar un fuerte interés de los inversores – con importante participación de privados – por extender la duration  en el actual contexto económico-financiero». Y aseveró que «ello ayudará a despejar sustancialmente los vencimientos antes de las elecciones, y ello combinado con la reducción de retenciones anunciada contribuiría a retroalimentar el círculo virtuoso de desinflación, menor crawling-peg, menores tasas y compras de reservas».

A su vez, Javier Casabal, estratega de renta fija en Adcap Grupo Financiero concordó que es «un excelente resultado», y coincidió en que para los inversores «era un buen momento para extender duration» en un escenario de «una potencial baja de la tasa de interés» sumado al anuncio de llas reduccionesde las retenciones que mantendría en calma al dólar Contado con Liquidación.   

Asimismo, Fermín López, analista de Cocos, resaltó: «Exitoso canje a juzgar por el alto porcentaje de aceptación (55% en manos de privados), donde se logra eliminar fricciones de vencimientos en período electoral  y se mejora el perfil de vencimientos; éxito que se podía prever dado los incentivos que el Tesoro dio con tasas atractivas y el adicional de la dualidad de devengar tasa variable en caso de stress en la nominalidad».

Qué efectos tendrá este resultado del canje de deuda

La consultora PxQ planteó que «el canje podría servir para otorgarle al BCRA más margen para ejecutar la política monetaria. El Gobierno está en una situación incómoda entre el límite cuantitativo que se autoimpuso para la Base Monetaria Amplia, la intención de bajar la tasa de interés para acompañar la desaceleración de la nominalidad y la necesidad de mantener una tasa alta en pesos para contener una creciente demanda por dolarización de carteras (el propio BCRA reconoció que en los primeros 15 días de enero se utilizaron aproximadamente u$s600 millones para intervenir en el CCL).

«En este contexto, el canje de deuda podría ayudar, liberando presión de corto plazo en el mercado de deuda del Tesoro y permitiendo que el BCRA maneje la tasa de política monetaria con mayor libertad, sin tener que preocuparse por el resultado de cada licitación a continuación de cada modificación de la política monetaria», alegó.

Asimismo, la consultora afirmó que «la cercanía de las elecciones legislativas indica que la presión en el mercado cambiario podría ir en aumento» y evaluó que «esto, junto con las intervenciones en el mercado de CCL actuales permite leer el canje como una maniobra del Gobierno para evitar vencimientos grandes y anticiparse a potenciales corridas en la previa electoral».

Un informe de Max Capital recalcó que con un resultado exitoso, «el Gobierno estaría en una buena posición para eliminar los controles cambiarios».

Al respecto, Costa justificó que esa visión: «Esa deuda de corto plazo (que se buscó canjear) podría presionar al tipo de cambio paralelo en la previa electoral, y una extensión de plazos reduciría ese riesgo».

En ese contexto, en Max Capital destacaron: «Para el Gobierno, el éxito de la operación abriría la puerta para levantar las restricciones cambiarias, y no sorprendería que el canje formara parte de las exigencias del FMI».

En sintonía, en PxQ estimaron que «dado que se está negociando un nuevo acuerdo con el FMI no se puede descartar que esta operación (de canje) esté dentro de los requerimientos del organismo para realizar un nuevo desembolso y evitar que esos dólares sean utilizados para intervenir, ya sea en el mercado oficial si el acuerdo viniera con una relajación de los controles como, caso contrario, en el mercado de CCL».

A su vez, Ber sostuvo que «la dinámica de la eliminación de los controles cambiarios podría verse favorecida por un exitoso canje, más allá de que lo principal para la salida del cepo es poder reforzar las reservas, entre otros, a través de los fondos frescos que pudiera aportar el FMI».

Glustein afirmó que «no ttenertantos vencimientos en el 2025 contribuye sustancialmente a ir suprimiendo controles de cambios, porque habría menor liquidez disponible; permitirá secar la plaza, que es lo que espera el Gobierno para evitar un exceso de liquidez que se vaya a divisas».

Por su parte, Pedro Siaba Serrate, jefe estratega de PPI, consideró que un resultado exitoso «no lo veo como una condición suficiente (para eliminar las restricciones) pero ayuda».

Repetto coincidió en que «ayuda porque reducen un poco el riesgo de roll over, perosiempre existe la posibilidad de que sin esperar al vencimiento se vendan los bonos y se quieran reemplazar por dólares, por lo que lo más importante de todo es que haya un mercado libre donde oferta y demanda equilibre el mercado de pesos y de dólares».

 Casabal sostuvo que «un buen canje me parece que ayuda a armar con mayor certidumbre el programa fiscal y cuáles van a ser las necesidades de recortes hacia adelante y empezar a pensar en alguna baja de impuestos».

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