Milei contra el Conicet: El modelo de país del gobierno está relacionado al puro y simple extractivismo y primarización de la economía

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«Sigue la motosierra. Vamos contra 50 organismos del Estado», anticipó Milei días atrás, dejando en claro que el desguace de estructuras públicas seguirá en marcha, incluyendo al CONICET. Durante la última semana más indicios echaron leña al fuego. Conversamos con dos trabajadores del organismo sobre la situación y las perspectivas, Santiago Benítez, Dr. en Biología, Investigador del CONICET y Secretario General de la Junta Interna de ATE CONICET Córdoba y miembro de la Agrupación Docentes e investigadores de izquierda, y con Daniel Gorber de la carrera del personal de apoyo de CONICET e integrante de la Agrupación Marrón de ATE.

A principios de esta semana la reunión que mantuvo el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, con el actual titular del CONICET, Daniel Salamone –con foto y todo–, en pleno marco del inminente decreto que tiene previsto el Gobierno de recorte de diversas áreas del Estado, puso más leña al fuego a la tensión cargada de incertidumbres. Salomone hasta cortó el diálogo con el directorio del organismo para no dar explicaciones.

En medio del revuelo, se conoció la entrevista de Milei con la revista francesa Le Point. Sus declaraciones, como la de retirar a la Argentina del Acuerdo de París (un pacto climático mayormente voluntario con el objetivo de reducir el calentamiento global), llegan luego de que el gobierno decidiera abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de más dosis de servilismo a Donal Trump. “Esta agenda está inspirada en el marxismo cultural, que cree que el opresor son los seres humanos y el oprimido es el medio ambiente”, detalló Milei: “En este sentido, creo que es fantástico que el presidente Donald Trump haya dejado de financiar artículos académicos sobre el cambio climático con dinero público”.

En la mencionada entrevista, el propio presidente blanqueó que quiere eliminar las ciencias sociales del área del Conicet, un 25% del organismo. Su excusa, que el Conicet se usa para estudiar “el ano dilatado de Batman», no es más que la muletilla que los trolls usan para desprestigiar un organismo de renombre mundial, citando una de las miles presentaciones académicas a congresos que se producen en Conicet anualmente y fingiendo un horror pacato muy poco creíble.

No obstante, la Casa Rosada salió al rescate de Salamone y negó que afectaría la estructura científica. En medio del avance de Federico Sturzenegger contra todo el sector de investigación argentino, desde el CONICET y la Federación Nacional de Docentes Universitarios CONADU denunciaron el nuevo ataque del gobierno.

La comunidad científica advertida desde el inicio del gobierno de Milei del plan de desguace convocó a una asamblea para el lunes llamando a hacer visible el malestar en las calles. Concentrará este lunes a las 17:30 hs en el Polo Científico de CABA. En Córdoba, se convoca a asamblea este martes a las 18hs y se prevén convocatorias en el resto del país.

La mentira en Milei: el arma que antecede la destrucción de conquistas nacionales como las que reúne el CONICET

El blanco de ataque de los organismos del Estado por parte del gobierno está enfocado al “gasto” que desde su punto de vista se orienta a las mayorías trabajadoras y populares del país. Esto se pudo ver en los despidos y cierres en el Estado desde el inicio de su gestión. Hoy en los recortes en Salud, en particular en el Hospital Bonaparte, respecto a la Secretaría de DDHH o en sectores cuyas graves consecuencias saltan a la vista como el reciente incendio en el Bolsón por responsabilidad del Estado. Cada una de las medidas, de los decretos o leyes conforman un plan extremadamente clasista, en beneficio de las grandes empresas y multinacionales, de los ricos del campo y de los dictados del FMI.

Se conoce que la entidad científica está entre los principales blancos del plan de desguace del Gobierno. Un claro mensaje fue advertido en plena campaña presidencial de 2023, en el programa “A Dos Voces” del canal Todo Noticias (TN), cuando Milei cuestionó la productividad del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), “como existe hoy hay que cerrarlo”. Y aseveró: “El Conicet hoy tiene 35 mil personas. La NASA tiene 17 mil. Me parece que el Conicet no produce en línea con lo que produce la NASA. O sea, la productividad del Conicet es bastante cuestionable. La NASA, digamos, me parece que produce un poquito más”.

El dato fue Chequeado en su momento, señalando que “según el ranking SCImago 2023, que evalúa entre otras cosas la productividad científica dentro de la categoría de organismos gubernamentales, el Conicet aparece en el puesto 22 y la NASA en el 28, entre más de 1.700 instituciones del mundo evaluadas. Esto es así a pesar de que en la Argentina el Conicet tiene un presupuesto en dólares 72 veces menor al de la NASA, y que el Estado nacional destina menos recursos sobre el PBI que el Gobierno de los Estados Unidos”. Una mentira completa.

En estos días, entre los rumores sobre el nuevo mega decreto del gobierno de achique del Estado, estuvo el de la fusión de organismos claves como el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial). A esto se suma la suspensión de becas y la falta de pago del mes trabajado para los becarios de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. En el caso del CONICET, además de eliminar los nuevos ingresos, advierten que quieren derogar el estatuto que rige las carreras de investigación y de personal de apoyo.

Consultando en el sitio web leemos solo algunos de los títulos que refieren a trabajos de investigación, entre diciembre y enero: “Equipo del CONICET trabaja en el desarrollo de una vacuna preventiva contra la enfermedad de Chagas”, “Identifican cómo se vinculan ciertas mutaciones genéticas con alteraciones del neurodesarrollo”, “Comprueban que un extracto de piel de maní inhibe el virus del dengue en diferentes etapas de su ciclo de replicación”, “Científicos del CONICET prestan un servicio tecnológico para revalorizar residuos orgánicos de la industria alimentaria”, “Una empresa del CONICET dedicada a mejorar el diagnóstico del cáncer de mama”, “Especialistas del CONICET desarrollan test portátil y rápido para la detección de la tuberculosis bovina”, son una muestra de lo que está en juego.

El desfinanciamiento del sistema científico resulta más que evidente, nos comentan trabajadores del sector. Es poco conocido que la principal fuente de financiamiento a las investigaciones no es el propio Conicet sino la Agencia I+D+i, que financia con dinero de fuentes internacionales la compra de insumos, equipamiento, trabajo de campo, y otorga algunas becas doctorales y posdoctorales. Con el gobierno libertario la Agencia se encuentra sin autoridades, no ha otorgado nuevos financiamientos y paralizó los ya comprometidos. Esto también implicó el despido de becarios de esta institución, los que se conocieron este mes. Se sabe que la pérdida de recursos humanos durante el año último fue de 3666 empleos según referencia del balance realizado por el Grupo EPC.

En entrevista con dos trabajadores del CONICET profundizamos sobre el tema: en qué consistiría un recorte en las áreas destinadas a las ciencias sociales, que mencionó Milei, el significado del desguace del área científica del Estado y cuáles las perspectivas.

“Al gobierno no le gusta el pensamiento crítico, no le gustan las ciencias sociales, no le gusta la libertad, precisamente”

Hablamos con Santiago Benítez, Dr. en Biología, Investigador del CONICET y Secretario General de la Junta Interna de ATE CONICET Córdoba y miembro de la Agrupación Docentes e investigadores de izquierda, y con Daniel Gorber de la carrera del personal de apoyo de CONICET e integrante de la Agrupación Marrón de ATE.

–¿Cómo funciona el CONICET, o sea, la estructura científica del país?

–Santiago Benítez: el CONICET es la estructura científica más grande del país y Latinoamérica, con alrededor de 25.000 trabajadores distribuidos en todo el país y en cuatro grandes grupos: investigadores, personal de apoyo, becarios y trabajadores administrativos.

Cabe mencionar que los trabajadores administrativos y los becarios se encuentran bajo diferentes formas de precarización. En el primer caso, con contratos precarios que con este gobierno se volvieron trimestrales, antes eran anuales. Y en el caso de los becarios, cobran un estipendio, ni siquiera un salario y carecen de muchísimos derechos laborales, como por ejemplo tener un aguinaldo. CONICET está repartido en todo el país, en diferentes institutos de investigación y se agrupan en cuatro grandes áreas que son de las ciencias exactas, de las ciencias biológicas, de las ciencias agrarias e ingeniería y de las ciencias sociales y humanas.

Una cosa importante es que tanto el ingreso como la permanencia en la institución están reglamentados mediante concursos públicos, tanto para otorgar becas como para el ingreso a las carreras de investigador o de personal de apoyo, y con altos estándares de calidad internacional.

Hay que mencionar que también el CONICET está íntimamente ligado a la estructura universitaria, no solamente por la importancia de relacionar la investigación y la docencia, sino también porque muchos docentes universitarios que tienen una carga simple complementan su sueldo que es mísero –esa es la palabra correcta– ya sea con una beca o el cargo de investigador de CONICET.

–¿Qué consecuencias ha tenido la política del gobierno de Milei sobre el CONICET a un año de gobierno?

–SB: Su política científica ha sido el vaciamiento del organismo. Básicamente no hay dinero para trabajar porque no se está otorgando dinero para comprar insumos, para el mantenimiento y la reparación, ni que decir la compra de nuevo equipamiento. Incluso es mísero el presupuesto de mantenimiento y limpieza de los propios centros de investigación. Se ha restringido el número de becas que se otorgan, tanto en CONICET como también en Agencia. No sé no se han otorgado ni se han realizado nuevas convocatorias de financiamiento. Y en muchos casos la actividad científica está mantenida por el bolsillo y la buena voluntad de los propios trabajadores del CONICET.

–Daniel Gorber: Los ataques y los agravios durante el 2024 fueron constantes, eso lo pudimos ver en los despidos de más de 100 trabajadores contratados bajo artículo 9 en todo el país. También en la persecución ideológica de los investigadores. Esto lo reconoció uno de los integrantes del directorio al momento de su renuncia, durante el año pasado.

También hace unos pocos días, durante enero pudimos ver el recorte en las becas de finalización que dejan a más de 160 científicos en formación sin continuidad dentro del organismo. A este combo, hay que sumarle el congelamiento de los ingresos a carrera y la pérdida salarial que es común al resto de los estatales. Se calcula que los salarios perdieron un 25% en su poder de compra.

–¿A qué se refiere Milei cuando habla de terminar con las investigaciones orientadas a las ciencias sociales?

–SB: Yo creo que el ataque de las ciencias sociales es parte de un ataque mucho más amplio. Si bien siempre toma los mismos ejemplos, con una gran fijación por los temas sexuales –como ya sabemos–, creo que solamente es una parte de un ataque para callar en gran medida las investigaciones que se realizan en el país. Hay que tener en cuenta que la ciencia no es solamente una actividad productiva. Solemos responder inmediatamente esos ataques diciendo que la ciencia sirve para el desarrollo. Por supuesto hay ciencia aplicada que es absolutamente indispensable para el desarrollo del país.

Pero también hay mucha ciencia que se produce y que no tiene una aplicación conocida, por lo menos en el momento, y hay muchísima ciencia cuya aplicación es precisamente la reflexión y la capacidad de formar pensamiento crítico. Y es contra eso contra lo que el gobierno libertario está peleado. No le gusta el pensamiento crítico, no le gustan las ciencias sociales, no le gusta la libertad, precisamente.

Yo soy biólogo, y pienso en la infinidad de colegas que investigan cosas que también son molestas para el gobierno, que investigan en conservación, en cambio climático, en producción de alimentos, de una manera que sea amigable con el ambiente y saludable para la población; en infinidad de temas que no interesan al gobierno. Y me extiendo más allá: Mucha gente que investiga problemas de punta tecnológicos tampoco encuentra su lugar porque el modelo del país que está en estos momentos tratando de imponer el gobierno está más relacionado al puro y simple extractivismo y primarización de la economía. El extractivismo que impone el RIGI y la depredación minera y de los salares, y el extractivismo del agro que ya venimos sufriendo hace muchísimo tiempo. Es decir, es un modelo de país que no necesita ciencia ni tecnología. Y no solamente eso, sino que muchas de la ciencia que se hace en su capacidad crítica, en su capacidad de planear futuros alternativos, les resulta totalmente molesta. Eso es para mí el fundamento de este ataque a las ciencias sociales y a otras ciencias que hace el gobierno.

–El plan motosierra del gobierno está poniendo fin a áreas del Estado que implican conquistas importantes para la mayoría de la población. ¿Cómo se ve desde los trabajadores del CONICET las vías para enfrentar los ataques al sector? Y ¿cómo ven los objetivos y las perspectivas en la pelea con el gobierno?

–DG: Los trabajadores de la Ciencia sabemos muy bien que estos ataques son parte de un plan general que busca imponer una nueva relación de fuerzas sobre toda la clase trabajadora. Y con los estatales tienen una saña particular. Las asambleas de esta semana serán muy importantes para deliberar de forma democrática qué acciones tomaremos ante este nuevo decreto que habrá que ver cuando se va a publicar. Pero no podemos esperar más, las instancias de asamblea y la coordinación con sectores como lo son salud, derechos humanos y todos los sectores que enfrentan despidos también en el privado, es urgente. El caso del Hospital Bonaparte demostró que cuando los trabajadores se mueven, se puede superar la parálisis y la desmoralización que se promueven desde las conducciones sindicales. Venimos con el impulso de la enorme movilización que se dió en todo el país contra las acusaciones misóginas y homofóbicas de Milei en Davos. Con esa fuerza callejera y la unidad de todos los sectores vamos a estar en mejores condiciones para pararle la mano al ajuste.

–SB: En Córdoba hemos estado impulsando asambleas abiertas durante todo 2024, para decidir las medidas a tomar e intentando coordinar con todos los sectores atacados por este gobierno. Con trabajadores estatales, como nosotros, pero también con otros sectores. Junto al movimiento estudiantil, por ejemplo, acompañamos las tomas de facultades y convocamos a una marcha universitaria independiente. También los trabajadores de la ciencia estuvimos presentes en la marcha pasada del 1F. En el interior, además del ajuste de Milei se siente fuerte el ajuste cómplice de los gobiernos provinciales, que en Córdoba se nota en el ataque a la docencia y en los intentos de privatizar la empresa provincial de energía. Lejos de la supuesta falta de resistencia, no falta voluntad ni fuerza para enfrentar a este gobierno.

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Andrea Polito

@_AndreaPolito

Redactora de La Izquierda Diario

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