Sin la presencia del representante de Talleres, que en señal de discorformidad se había retirado del predio Lionel Messi, los dirigentes del fútbol argentino aprobaron en forma unánime, y por aclamación, el orden del día de la asamblea ordinaria que se realizó en la AFA el pasado 17 de octubre.
Aquella tarde, los delegados de 44 clubes levantaron la mano para validar un nuevo mandato presidencial de Claudio ‘Chiqui’ Tapia y otras novedades por el estilo, entre las que estaba incluida la anulación de los descensos de 2024 y la modificación del sistema de disputa de los campeonatos de la Liga Profesional para la siguiente temporada.
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Como de costumbre, nadie discutió demasiado. El nuevo organigrama estableció dos torneos en el año (Apertura y Clausura), 30 participantes, dos grupos de 15 equipos, clásicos y/o emparejamientos, interzonales y una etapa de playoffs a la usanza del formato de copas o los viejos Nacionales.
Las precisiones del caso llegaron casi dos meses más tarde, cuando se difundió el calendario de la competición. Ahí quedaron expuestas las «zonas grises» del complejo reordenamiento: el escaso tiempo para realizar la pretemporada, el amontonamiento de las 16 fechas que integran la Fase de Zonas, una significativa disminución de la cantidad de partidos de local (parte esencial del «pack» que los clubes ofrecen a sus socios) y un largo receso para los elencos que no clasifiquen a las instancias decisivas.
En el caso de la Apertura, la primera etapa del certamen culminará el primer fin de semana de mayo. Por entonces, quedarán definidos quiénes serán los ocho clasificados y los siete eliminados de cada llave. La instancia definitoria, que incluirá octavos de final, cuartos de final y semifinal (se jugarán a un partido, en cancha del mejor ubicado en la primera etapa) y el partido consagratorio en cancha neutral, se extenderá hasta el 1.º de junio.
Los 14 conjuntos que no ingresen en los playoffs deberán esperar nueve semanas y media hasta el inicio del Torneo Clausura, previsto para el segundo fin de semana de julio, en coincidencia con el tramo final del Mundial de Clubes 2025, que se jugará en Estados Unidos y tendrá como representantes del fútbol argentino a Boca Juniors y River Plate.
La Gloria, adentro
Para los equipos cordobeses de la Liga Profesional de Fútbol, no fue el arranque de temporada soñado, ni mucho menos. En las primeras seis fechas del Torneo Apertura, entre Instituto, Belgrano y Talleres sumaron 16 puntos, apenas dos más de los que acumulan Argentinos Juniors y Rosario Central, los respectivos punteros de la Zona A y de la Zona B.
La Gloria, con siete unidades, es quien ostenta la mejor cosecha entre los representativos de La Docta. El elenco que conduce Pedro Troglio registra dos victorias, un empate y tres derrotas, con una eficacia del 38,8%. Con estos guarismos, ocupa la séptima posición del grupo que lidera el Canalla.
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Instituto es el único de los embajadores mediterráneos que, por el momento, se ubica en puestos de clasificación a playoffs. Talleres, con cuatro puntos (un triunfo, una igualdad, tres caídas y un encuentro suspendido con Godoy Cruz de Mendoza y un rendimiento del 26,6%), marcha 13° en el mismo pelotón. Belgrano, con seis puntos (un partido ganado, dos empatados y tres perdidos, y 33,33% de productividad) ocupa el 12° lugar en la Zona A.
«Estoy conforme con el equipo», señaló Troglio luego de la derrota 0-1 ante San Lorenzo de Almagro, que interrumpió una seguidilla de dos victorias como local. «Tenemos que seguir por la misma línea, los resultados ya se van a dar«, añadió el DT del Albirrojo, que lleva tres presentaciones sin victorias (sumados el 0-1 ante Platense en Vicente López y el 0-0 ante Unión en Santa Fe) y sin poder convertir goles.
Con una decena de compromisos pendientes para completar su participación en la Fase de Zonas, Instituto (7 y +2 de diferencia de goles) marcha detrás de Rosario Central (14 y +7), San Lorenzo (14 y +5), Independiente (13), River Plate (12), Deportivo Riestra (9) y Platense (8), y delante de Atlético Tucumán (7 y -1). En este momento, su cruce de octavos de final sería ante Central Córdoba de Santiago del Estero, que ocupa el segundo puesto en el otro grupo, en condición de visitante.
Fuera de juego
«Estoy re amargado». No anduvo con vueltas Ricardo Zielinski, luego del 0-4 ante Central Córdoba, que marcó su reestreno como DT de Belgrano, el sábado pasado en el Estadio Madre de Ciudades. «Tenemos muchísimo trabajo por delante. Hay que corregir cosas en casi todas las líneas y lo vamos a hacer a partir de esta semana», enfatizó «El Ruso».
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El entrenador del histórico ascenso de 2011 frente a River es el tercer conductor táctico del equipo de Alberdi en la presente temporada, luego de la breve gestión de Walter Erviti (dos empates y dos derrotas) y del interinato de Norberto Fernández en el 2-0 ante Aldosivi de Mar del Plata, la única victoria del Pirata en el torneo.
La tabla de posiciones de la Zona A lo muestra a Belgrano con nueve puntos menos que el líder Argentinos Juniors (14), y a cuatro unidades de distancia de Huracán (9 y +2), el equipo que ocupa el octavo lugar. Además del Bicho de La Paternal y del Globo, Central Córdoba (13), Estudiantes (12, +5 y 10 goles a favor), Tigre (12, +5 y 9 goles a favor), Defensa y Justicia (11 y +6), Boca Juniors (11 y +2) y Racing Club (9 y +4) son los que hasta el momento están consiguiendo el boleto a la siguiente fase.
Mientras espera la definición respecto al partido suspendido ante Godoy Cruz, que empataba sin goles en Mendoza, Talleres tendrá este viernes una pronta revancha (visitará a Deportivo Riestra), luego del 1-1 ante Atlético Tucumán, que acentuó su seguidilla de encuentros sin victorias en el Estadio Kempes. «En este último partido no tuvimos claridad, pero el equipo tiene una identidad clara y concreta», señaló el entrenador Alexander Medina, luego del compromiso frente al Decano.
Sin demasiada autocrítica, «El Cacique» no profundizó sobre los motivos de la escasa cosecha de puntos en el presente torneo y tampoco respecto a los motivos por los que Talleres no exhibe la identidad que históricamente tuvo bajo su mandato, y que tienen que ver con la intensidad, la presión alta y la decisión y eficacia en ataque.
En una apuesta de riesgo (el mismo planteo ya le generó rispideces en su gestión anterior), el DT del elenco de barrio Jardín prefirió cambiar el eje de la discusión y buscar justificaciones puertas afuera del vestuario: «Al equipo le falta y tenemos que sumar jugadores. Necesitamos que los refuerzos lleguen de una vez por todas«.