Los próximos Kueider y Espínola»: bronca y preocupación en el kirchnerismo por el quiebre del bloque de senadores

El quiebre del bloque de senadores de Unión por la Patria encendió las alarmas en el kirchnerismo, ante la sospecha de que los díscolos serán funcionales al Gobierno y una eventual pérdida de la fortaleza que implicaba el espacio peronista al borde del quórum (hasta la ruptura, estaba a tres de la mayoría), lo que significaba una barrera concreta a buena parte de las iniciativas parlamentarias de Javier Milei.

El camino que eligió la Casa Rosada para exhibir el aval del Congreso al acuerdo con el FMI fue una muestra de ese escenario: envió un DNU para aprobarlo en Diputados y de ese modo blindarlo aun en caso de que el Senado lo rechazara, porque un decreto únicamente pierde su vigencia cuando lo voltean las dos Cámaras. Si avanzaba con una ley hubiera tenido que superar la primera minoría peronista.

Con la escisión de los cuatro senadores que armaron Convicción Federal, ese poder de fuego correrá el riesgo de diluirse. El puntano Fernando Salino, la jujeña Carolina Moises, el riojano Fernando Rejal y el catamarqueño Guillermo Andrada se mantendrán dentro del interbloque, aunque los legisladores más cercanos a Cristina Kirchner de inmediato advirtieron que los números no serán los mismos, es decir que ya no serán 34 opositores duros.

“Son los próximos Kueider y Espínola. Acordate que ellos arrancaron así, armando un bloque aparte, con los mismos argumentos”, trazó un paralelo un referente de La Cámpora en la Cámara alta, sin ocultar la bronca también por el momento elegido para el anuncio: en plena sesión por el DNU del acuerdo con el FMI, en el inicio de la movilización frente al Congreso y con el Gobierno a la defensiva por la criptoestafa de $LIBRA promocionada por Milei.

El entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos Espínola funcionan como emblemas de la traición para el peronismo, por pasar de opositores a firmes aliados del oficialismo y por sus roles determinantes para la sanción de la Ley Bases (sus votos posibilitaron que desempatara Victoria Villarruel) y otros proyectos del Gobierno. Con su firma al dictamen, Espínola resultó clave el martes para que el DNU del FMI no se trabara en la bicameral y llegara al día siguiente al recinto.

Los senadores alineados con Cristina sumaron coincidencias entre aquel desprendimiento de febrero de 2023 y el reciente. Aquella vez, además de Espínola y Kueider, pegó el portazo la puntana Eugenia Catalfamo. La senadora respondía a Alberto Rodríguez Saá, igual que Salino, ex cuñado del ex gobernador. Y también se había ido el jujeño Guillermo Snopek, actual diputado, ahora alineado con la titular del PJ y enfrentado a Moises en la interna de la provincia.

Andrada está conducido por Raúl Jalil, cada vez más alineado con el Gobierno. “Hay mucha bronca con los catamarqueños”, apuntaron desde el bloque de diputados de Unión por la Patria. Los cuatro legisladores peronistas por ese distrito se ausentaron en la votación del DNU y luego no dieron quórum en la sesión fallida para prorrogar la moratoria previsional y mejorar los haberes jubilatorios.

“Esto es como el divorcio, nunca es el mejor momento. El cristinismo te puede apretar, llevar para dónde quiere, pero si vos los tocás es traición. El Senado es la representación de las provincias, pero parece que hay un solo gobernador que es Cristina”, replicaron cerca de Andrada.

El dilema de Quintela

A diferencia de Jalil, Quintela y los legisladores riojanos mantienen una postura opositora a Milei. El caso de Rejal del lado de los díscolos algunos lo adjudican al enfrentamiento del mandatario con Cristina y otros a cierta autonomía del senador. “No lo expresa a Quintela. Quiere ser gobernador y cree que así va a tener más posibilidades. El Gitano se para en las antípodas de Milei. Si Rejal vota con el oficialismo, van a entrar en tensión”, consideraron desde La Rioja.

Como sea, desde La Cámpora marcaron un dato como “positivo” dentro del golpe que significó el quiebre. “Tanto Catamarca como La Rioja tienen dos senadores peronistas, pero ellos se llevaron a uno de cada provincia. Antes podían decir que eran dos, ahora ellos tienen uno solo. Los otros se quedaron con nosotros”, pasaron factura por las permanencias de Lucía Corpacci y Florencia López en el bloque presidido por José Mayans.

¿En Diputados puede haber un quiebre similar? Uno de los senadores que rompieron hizo correr esa posibilidad. Fuentes de la Cámara baja por el momento lo desestimaron, aunque las chances aumentarían en el caso de que siga escalando la disputa bonaerense entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, este jueves con un nuevo capítulo con la caída de la sesión para discutir la suspensión de las PASO.

“Lo veo difícil. Quintela solo no lo va a empujar, porque serían pocos y no tendría fuerza. Si lo hace Axel es otra cosa. Además de los suyos arrastraría diputados que responden a otros gobernadores, sin tierra y enfrentados con Cristina”, coincidieron referentes de Unión por la Patria en la Cámara baja. Kicillof insiste con el mantra de la unidad, aunque la pelea con La Cámpora en la Provincia tiene final incierto.