El poder deloredista rechaza incumplimiento que denunció Mestre y patea los plazos de la interna

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Las aguas volvieron a agitarse en el radicalismo cordobés por el reclamo de elecciones internas formalizado en la Justicia, del exintendente Ramón Mestre y sus aliados ante el núcleo de poder del diputado Rodrigo de Loredo que conduce el partido. El escenario de Legislativas 2025 y el “factor Milei” juegan a fondo en la pulseada puertas adentro en Casa Radical.

El círculo íntimo de De Loredo rechazó la denuncia por “incumplimiento” de la Carta Orgánica Partidaria de parte del Comité Provincia de la UCR, conducido por Marcos Ferrer (aliado al diputado), que efectuó el núcleo interno de Confluencia de Mestre, junto a Identidad Radical (Carlos Becerra y Martín Lucas) y Córdoba Abierta (Fernando Montoya).

A través de la presentación judicial, el alineamiento opositor interno, referenciado en los «radicales sin peluca», le pidió a la Justicia federal con competencia electoral que “ordene” a la cúpula del partido, cuya mayoría responde a De Loredo, a convocar a comicios internos para la selección de candidatos a diputados nacionales de la UCR de Córdoba.

Desde el entorno próximo al jefe de la bancada radical en Diputados se aseguró que “no hay motivo” para ir a la Justicia porque la ‘Carta Magna’ del radicalismo fija que si el Comité Provincia no las convoca lo puede hacer el Congreso Partidario.

“La presentación de Mestre es prematura porque si no convoca el Comité Provincia la facultad pasa al Congreso, por lo que no hay motivo para ir a la justicia”, afirmó Esteban Bria, espada deloredista y número dos del máximo órgano de la UCR cordobesa, que tiene a su cargo definir la política de alianzas electorales.

De hecho, la movida mestrista se activó a raíz de la decisión mayoritaria en la cúpula partidaria que rechazó el pedido de cronograma de internas fogoneado por la oposición y dispuso enviar una nota al Congreso Partidario para que convoque a los comicios internos.

En el mar de fondo del internismo radical, la solicitud deloredista apunta a que el máximo órgano del partido autorice a modificar los plazos de la convocatoria a elecciones internas. “Esto se ha hecho un montón de veces”, aportó un interlocutor del núcleo de poder en la UCR con tonada.

En términos llanos, esto implica patear para más adelante los plazos hasta ver cómo decanta el tema internas en Casa Radical, con miras al 7 de agosto, fecha en que vence la presentación de alianzas para participar de los comicios legislativos nacionales del 26 de octubre. El 17 de agosto es la otra fecha clave: la presentación de listas de candidatos.

“Falta un montón”, remarcan los deloredistas al salir al cruce de los opositores internos que llevaron a la justicia el planteo de internas. “Todo puede pasar” en estos cuatro meses en el tablero político de la Argentina, resuena entre los dirigentes más cercanos a De Loredo.

En este plano, los leales deloredistas insisten en sostener que “no hay un acuerdo” con la Libertad Avanza (LLA) de los Milei cuando faltan cuatro meses. “Si el 7 de agosto cierran las alianzas, el 1 de agosto se va a seguir discutiendo”, razonó una voz cercana al legislador nacional.

Mientras en el núcleo del exintendente radical consideran que viene encaminado un entendimiento del diputado con el poder libertario para encabezar la lista de postulantes a la Cámara Baja del Congreso.

UCR: Mestre y sus aliados fueron a la justicia para reclamarle internas a De Loredo

El “factor Milei” genera fuego cruzado puertas adentro en el radicalismo con tonada. Mestre y los boina blanca alfonsinistas, bajo el mote de “radicales sin peluca”, reafirmaron su rechazo a confluir con los libertarios.

En la otra vereda, un dirigente que recorre el interior destacó que “los que quieren ganar impulsan la alianza con Milei”. No existe la idea de ir solos (con Lista 3) en el mundo deloredista.

De todos modos, si el “plan A” (un gran armado electoral de la UCR con LLA y el PRO, al que se sumaría el juecismo) llegara a cobrar forma, de alinearse los planetas, De Loredo ostenta el poder de la lapicera partidaria y tiene mayoría en los distintos estamentos del radicalismo para hacer valer su peso.

Ante la justicia

En su demanda, Mestre y sus aliados señalaron que, de acuerdo a las formas y plazos previstos en la Carta Orgánica, “la convocatoria a elecciones internas para la selección de candidatos a diputados nacionales a ser sostenidos por nuestro partido en las elecciones generales del 26 de octubre”, tiene como última fecha posible el 13 de julio próximo.

Ante el “rechazo por silencio del órgano partidario”, el polo opositor anti-Milei entiende que se encuentra habilitada la vía judicial. De esta manera, le pidió al juez federal con competencia electoral que “ordene” al Comité Provincia a readecuar un cronograma electoral que permita la realización de las elecciones internas.

La presentación de los núcleos referenciados en Mestre, Becerra y Montoya indica que “en caso de ser necesario” se designe “un interventor judicial” para su cumplimiento.

Sin embargo, desde el espacio mestrista-alfonsinista se aclaró que “tal medida no implica el cese de las autoridades partidarias, sino exclusivamente la reparación de la omisión denunciada, quedando el proceso electoral a cargo de la Junta Electoral Partidaria”.

Aplazar el llamado

Ante el pedido que le hiciera la cúpula radical, la mesa ejecutiva del congreso partidario se reunirá en el arranque de la semana. Se espera que este lunes el órgano máximo autorice al Comité Provincia a convocar más adelante.

En ese sentido, voces radicales del palo deloredista confiaron que la mesa chica del congreso “va a autorizar al Comité Provincia a modificar los plazos del cronograma electoral y diferir la convocatoria” de elecciones internas.

Desde el alineamiento de poder de la UCR argumentaron que esta medida responde a los pedidos de “la gran mayoría de los comités departamentales”, el Foro de Intendentes, el Foro de Concejales, el Congreso de la Juventud y el bloque de legisladores.

Ante el fogoneo opositor, en el deloredismo le bajan el precio a la jugada de Mestre. “Se entiende políticamente, pero es para armar bardo”, lanzó un interlocutor que sigue los pasos del diputado.

En esa línea, un radical de la misma corriente, con dominio del tablero interno, enfatizó que “los únicos que piden la interna son Mestre, Becerra y Montoya”, que representan “un grupo minoritario”. Pero, también, la reclaman Dante Rossi y Juan Jure que son las caras visibles de un espacio que se muestra alejado de los polos que chocan en la UCR.

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