Fernando Burlando habló sin filtros en el programa de Mirtha Legrand sobre los últimos días de Diego Armando Maradona. El abogado, que representa a Dalma y Gianinna en la causa judicial, reveló datos estremecedores sobre el estado físico, mental y emocional del ídolo argentino en sus últimas semanas de vida.
“Murió entre olor a orín y materia fecal”, lanzó Burlando sin eufemismos, dejando a todos los presentes en silencio absoluto. Luego agregó que Diego fue “sedado profundamente” por los médicos que debían cuidarlo y que, en lugar de acompañarlo, lo aislaron completamente de sus afectos.
Uno de los datos más perturbadores que compartió fue que le cambiaban el teléfono a Maradona constantemente y que los números de sus hijas estaban agendados con otros nombres, para que no las reconociera cuando lo llamaban.
“Cuando llegaban Dalma o Gianinna, a Diego se le transformaba la cara, se volvía otro, se le iluminaban los ojos”, relató Burlando. Pero, Diego no entendía por qué no lo llamaban. “¿Por qué no me llamás?, le preguntó a una de sus hijas. Ellas le decían que lo hacían todo el tiempo, pero en su teléfono no figuraban los llamados”, denunció.
Burlando dijo que el edema que tenía Maradona no explotó porque murió antes, y que su estado físico era absolutamente deteriorado. Mencionó la famosa imagen de Maradona en una cancha: “No quería ir, lo llevaron como un bebé, me dijo el terapeuta. Extendía los brazos pidiendo que lo saquen de ahí”.
Pero eso no fue todo. El abogado también apuntó a una presunta maniobra con los derechos de imagen de Maradona, que habrían sido cedidos a una empresa de Matías Morla y algunas hermanas del Diez, post mortem, durante 10 años. “El mismo grupo que lo maltrató en vida fue el que se benefició con su muerte”, afirmó tajante.
Además, fue claro al señalar que las principales figuras acusadas en la causa por el homicidio de Diego fueron elegidas por Morla, y sostuvo que los vínculos entre el entorno médico y el contractual deben ser investigados a fondo.
“Dudo de todo, y esto merece una investigación seria. Maradona fue abandonado, aislado y entregado al peor final posible”, concluyó Burlando.
El testimonio conmueve, indigna y renueva las dudas alrededor de la muerte del ídolo más grande del fútbol argentino. Y deja una pregunta abierta que todavía sigue sin respuesta: ¿quiénes se hicieron cargo del hombre, no del mito?