La política de austeridad del presidente Javier Milei contribuyó a estabilizar la economía argentina, pero los primeros indicadores apuntan a un aumento de la presión financiera tanto sobre los consumidores como sobre las empresas.
En las últimas semanas, los bancos comenzaron a registrar los primeros signos de deterioro del crédito. Los saldos vencidos de las tarjetas de crédito aumentaron al 2,8% en marzo, el nivel más alto en tres años, mientras que la morosidad en los préstamos personales se disparó hasta el 4,1%, el nivel más alto en nueve meses, según el banco central del país.
Mientras tanto, los cargos por deuda incobrable en el sistema financiero argentino alcanzaron un máximo en cinco años, medidos como porcentaje del total de activos, según datos del Banco Central.
La tensión también está aumentando entre las empresas, con un repunte de los cheques sin fondos y un aumento de los impagos empresariales que apuntan a más problemas en el futuro, según publica la agencia de noticias Bloomberg.
Estos datos ponen de relieve algunos de los retos a los que se enfrenta Milei mientras su gobierno sigue adelante con una agresiva política de austeridad fiscal. “Es una luz amarilla. La cobranza de los créditos se está volviendo más pesada”, señaló Gastón Rossi, director del Banco Ciudad de Buenos Aires, una de las entidades financieras más importantes del país.
A poco más de un año y medio desde la llegada al poder de Milei, los hogares se ven sometidos a la presión del estancamiento de los salarios y la persistencia de la inflación, que sigue siendo de dos dígitos a pesar de los recientes descensos.
Ante estas presiones, los argentinos están recurriendo a estrategias probadas. El número de cheques sin fondos en el sistema de pagos argentino subió en abril hasta el nivel más alto desde la pandemia hace cinco años, superando los 64.000 en términos absolutos, con una tasa de rechazo del 1,3% en relación con el total de cheques compensados. A modo de comparación, esa ratio fue del 0,8% en Estados Unidos en 2024, según datos de la Reserva Federal.
En el ámbito corporativo, las empresas de todos los sectores, incluidos la industria, el comercio minorista, la construcción y el entretenimiento —en particular las exportadoras— están sintiendo la presión del debilitamiento del consumo y la reducción de los márgenes de ganancias. Las empresas que antes se beneficiaban de los préstamos en pesos y de las diferencias en los tipos de cambio ahora están pasando aprietos.
Muchas de ellas también han perdido el acceso a un mercado de capitales que antes era muy lucrativo y se alimentaba de los controles cambiarios.
Los inversores locales, que durante mucho tiempo se han mostrado ansiosos por adquirir deuda corporativa en dólares o vinculada al dólar como cobertura frente al riesgo cambiario, ahora son más selectivos. El levantamiento de las restricciones les ha dado nuevas opciones para dolarizar sus carteras.
Mientras tanto, una reciente ola de impagos corporativos ha provocado un mayor escrutinio tanto de los emisores como de los instrumentos. Ejemplos de ellos son Albanesi, que incumplió un pago de intereses, y Celulosa Argentina, que advirtió de un impago de bonos.
El productor de cítricos San Miguel declaró nula su última emisión de deuda en el mercado local el 13 de mayo, mientras que Petrolera Aconcagua Energía decidió recurrir a inversores extranjeros para recaudar US$ 250 millones, pero encontró poca demanda.
La inquietud crediticia es un hecho preocupante para Milei, que se enfrenta a elecciones legislativas en octubre. Los resultados de las urnas enviarán una señal crucial a los inversores sobre si el presidente libertario sigue contando con un amplio apoyo público para su agenda de austeridad.
“El Gobierno de Milei se enfrenta a una difícil elección de cara a las elecciones: estabilizar o estimular”, señaló Rossi, del Banco Ciudad. “Milei ha optado por reducir la inflación lo antes posible, con el objetivo de alcanzar un nivel más bajo en octubre, incluso si los salarios reales se estancan o bajan ligeramente”, agregó.
Con información de Bloomberg