Tini Stoessel nació el 21 de marzo de 1997, bajo el intenso signo de Aries, mientras que Rodrigo de Paul nació el 24 de mayo de 1994, lo que lo convierte en un Géminis con fuerte influencia de Tauro, por la cercanía de fechas. Esta mezcla de fuego (ella) y aire-tierra (él) tiene una energía particular: mucha pasión, pero también mucha inestabilidad.
Aries, como signo de fuego, es impulsiva, independiente, intensa y busca constantemente desafíos. Tini necesita sentirse libre, vibrante y acompañada en su evolución.
Géminis, por otro lado, es sociable, adaptable y algo volátil. Rodrigo, con su energía geminiana y un posible ascendente en tierra, tiene una personalidad más compleja: busca amor, pero también espacio. Y ahí puede haber un conflicto. Según los astros, esta pareja tiene química… pero también mucho riesgo.
El gran momento mediático y amoroso de la pareja coincidió con tránsitos de Urano que afectan a ambos signos: movimientos inesperados, giros drásticos, decisiones impulsivas. Urano suele traer relaciones que encienden rápido… pero que también pueden terminar de forma sorpresiva. Y eso, según los astrólogos, ya lo vivimos cuando se separaron en 2023, aunque luego volvieron a conectar.
En astrología, estas relaciones están marcadas por el famoso “lo dejamos, pero no podemos soltar”. Y eso los define. Van y vienen, se enganchan y se distancian, como si el destino los tironeara.
Comparando sus cartas natales, hay una fuerte atracción física (Venus y Marte en aspectos favorables), pero también aspectos tensos entre la Luna de Tini y el Sol de Rodrigo, lo que indica diferencias en cómo cada uno siente, expresa y necesita afecto.
Esto puede generar malentendidos emocionales. Él puede sentir que ella se aleja cuando más la necesita, y ella puede vivirlo como que él es demandante o absorbente.
A nivel emocional, no son del todo compatibles, pero sí se admiran mutuamente. Lo que los une es la intensidad, la historia compartida y una especie de magnetismo del que les cuesta despegarse.
2025 traerá para ambos tránsitos importantes de Saturno, el planeta del compromiso, que pondrá a prueba la solidez de lo que construyeron. Si logran atravesar ese período sin rupturas ni conflictos públicos, podrían encontrar una estabilidad más madura. Pero, si siguen arrastrando las diferencias sin resolver, es probable que haya un cierre definitivo antes de 2026.
Por ahora, los astros dicen que siguen conectados, que todavía hay historia. Pero si no hacen un cambio profundo en cómo se comunican y se entienden, el amor podría apagarse.