El exdiputado camporista José Ottavis, conocido por su pasado mediático y su relación con Victoria Xipolitakis, volvió a quedar en el centro de la polémica. Tras haber desaparecido de la escena pública para tratar sus adicciones, el dirigente volvió a estar en la mira este domingo, denunciado por presidir una asociación civil que recibió más de 11.000 millones de pesos para obras sociales que nunca se concretaron, en Corrientes.
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La denuncia, que se conoció el domingo 8 en un informe de TN, también lo vincula con un entramado de cooperativas fantasma, prácticas de extorsión a beneficiarios vulnerables y un giro místico en su vida: aseguran que se presenta como la reencarnación de Jesús.
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La organización apuntada es Amarte Argentina, que habría canalizado fondos del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) —dependiente del Ministerio de Desarrollo Social durante la gestión de Victoria Tolosa Paz— para obras como pavimentación, cloacas, viviendas y centros comunitarios. Sin embargo, la mayoría de los proyectos, no fueron terminados o ni siquiera comenzaron. El FISU funcionó como un fondo fiduciario autónomo y la fiscalización recaía sobre la unidad ejecutor del fideicomiso.
El relato de una testigo clave
Celia Fabiana Brítez, quien fue responsable de Amarte Argentina en Monte Caseros y es la sobrina política de Ottavis, brindó un testimonio contundente en el programa ¿Y mañana qué?. Según relató, el exdiputado impuso prácticas religiosas obligatorias dentro de la asociación, como rezar el rosario todos los martes bajo amenaza de cortar la entrega de alimentos.
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Además, aseguró que Ottavis afirmaba ser la reencarnación de Jesús y que su esposa, Celia Itatí Brítez, se presentaba como María Magdalena. Brítez también denunció que los fondos se manejaban con sobreprecios y que se exigía a los beneficiarios afiliarse al Partido Justicialista como condición para recibir ayuda social.
Según la acusación, Amarte Argentina recibió 3.000 millones de pesos para construir viviendas en San Ramón Sur, pero las casas no fueron entregadas ni finalizadas. Otras obras por 4.000 millones de pesos en los barrios Villa Fedulo y La Rana, como un centro comunitario y una usina de arte, quedaron abandonadas. En el barrio Arca, la organización obtuvo 600 millones de pesos para lotes con servicios, pero solo se delimitaron terrenos y se construyó un salón de usos múltiples.
La denuncia incluye falsificación de firmas y la creación de cooperativas inexistentes. Uno de los damnificados descubrió que figuraba como presidente de una cooperativa sin haberlo consentido. Otro testigo relató que, tras cerrar una cuenta bancaria de una cooperativa fantasma, fue obligado a entregar cheques firmados en blanco.
Una mansión millonaria en el centro de la polémica
Mientras las obras quedaban a medio terminar, Ottavis y su esposa habrían elevado su nivel de vida. La pareja reside en una lujosa mansión de tres pisos, valuada en aproximadamente un millón de dólares, equipada con pileta, jacuzzi, ascensores y un salón de usos múltiples. La propiedad, ubicada en Buenos Aires, está registrada a nombre de Celia Brítez.
Durante la producción del informe televisivo, una mujer que se presentò como dueña de la propiedad intentó impedir la grabación en el lugar, lo que reforzó las sospechas sobre el uso irregular de los fondos públicos.
Ottavis y Brítez enfrentan cargos por malversación de fondos públicos y asociación ilícita desde 2024. Las pruebas incluyen documentos oficiales, registros bancarios y testimonios de excolaboradores que aseguran que la asociación también fue utilizada para fines políticos y para beneficiar a un círculo cercano al exdiputado.
GL/LT