El precio del dólar se encuentra bajo la lupa del mercado, ya que, por un lado, desde economistas hasta empresarios argumentan que está atrasado respecto a otras referencias de la economía, al tiempo que advierten por los problemas de Luis Caputo para acumular resrevas.
En concreto, diversos economistas salieron a cuestionar la actual política económica del Gobierno, sustentada en colocar deuda pública para acrecentar el nivel de las reservas, para poder cumplir con el objetivo acordado con el FMI a mediados de abril.
Por ejemplo, se licitaron Bopreales serie 4 (BPO28), en el que el monto máximo previsto era de hasta u$s3.000 millones, pero este miércoles terminó recibiendo y colocando u$s810 millones. Y el 2 de julio realizará otra licitación.
Además, entre otras medidas oficiales para el ingreso de dólares, se comenzó a alentar el uso del «dólar colchón» por parte de los ahorristas sin control del fisco; y se flexibilizó la restricción cruzada para no residentes, en el que se eliminó el período mínimo de seis meses de permanencia de los fondos.
Al respecto, el economista Juan Carlos de Pablo, advirtió que este tipo de medidas cambian las reglas de juego «le mete un ruido innecesario al mercado cambiario».
Otro economista, como Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go, también había advertido que «no es sustentable» acumular reservas de esta manera.
«La pata floja hoy del programa económico es la forma de acumular reservas. En la actualidad, se está haciendo con deuda en pesos, pero pagando una tasa muy elevada, si efectivamente la inflación se desploma. Esto se puede hacer en bajas cantidades, pero no para poder conseguir el rollover (renovación) de la deuda», advierte Menescaldi a iProfesional.
Es decir, este experto considera que el Gobierno debería comprar reservas, pero a través de dinero que «no venga por algo de ocasión al país, sino para hundirse» en inversiones concretas.
La paradoja es que, mientras crecen las luces de alerta, la cotización del billete estadounidense viene cayendo; no solo en el mercado tradicional: la caída también se observa en el mercado de futuros.
Este miércoles, por ejemplo, el dólar mayorista descendió 20 pesos para cerrar a $1.142, la referencia más baja de todo el mes.
En tanto que en el mercado de futuros y opciones del Matba-Rofex, el valor negociado para el tipo de cambio mayorista para fines de diciembre ha venido cayendo en los últimos días: esta semana bajó más de 2% y se ubica en $1.323 para dicha fecha.
Cabe recordar que en pleno mes de abril, apenas se conoció el final del cepo cambiario para individuos y una banda de flotación entre $1.000 a $1.400, con un ajuste mensual del 1%, el dólar mayorista para fin de año se negociaba a $1.456. Hoy se ubica 133 pesos menos.
De hecho, coincide con el reciente relevamiento internacional FocusEconomics, donde se encuestaron a más de 40 economistas de bancos y consultoras mundiales, cuyo consenso para Argentina es que el tipo de cambio para diciembre será de $1.338.
De esta manera, mientras economistas dudan de la sostenibilidad de endeudarse para sumar reservas, en paralelo disminuye el precio de dólar proyectado para los próximos meses.
Qué pasará con el precio del dólar, según economistas
La incertidumbre que tiene el mercado es que el precio del dólar luce «barato» y eso se está observando en el incremento de importaciones y caída del superávit comercial.
En cifras, en el primer cuatrimestre de 2024 el saldo positivo fue de u$s6.113 millones, mientras que en 2025 se redujo a u$s916 millones.
«Esta situación está creando ventajas, desventajas e incertidumbre. Entre las ventajas, el acceder a bienes y servicios más baratos, que actúan como vector de precios y mejoran el nivel de consumo; entre las desventajas se encuentra la mejor producción local con efecto negativo sobre la mano de obra industrial. Por el lado de la incertidumbre, está el qué va a pasar con el dólar si el saldo de la balanza comercial no repunta y si la Argentina no logra salir fuerte al tomar deuda en el mercado de capitales», advierte Walter Morales, presidente de Wise Capital.
Por lo que completa: «Ojo que puede haber una presión cambiaria y/o el BCRA deberá salir a comprar dentro de la banda».
El lado positivo es que la suma de reservas, aunque sea por medio de emisión, puede permitir descender el riesgo país.
Respecto a esta política de sumar reservas por medio de emisión de deuda remunerada, Maximiliano Gutiérrez, economista del IERAL de la Fundación Mediterránea, afirma: «Para adquirir divisas, el Estado tiene que comprarlas ya sea pagándolas con deuda remunerada o emitiendo pesos, es decir, deuda no remunerada. La decisión depende de la conjetura sobre si existe o no una demanda de dinero suficiente como para que permita absorber los pesos que se inyectarán para comprar los dólares».
Por lo tanto, considera que, «si bien el contexto de escasez de pesos daría espacio para la emisión monetaria sin generar presiones inflacionarias, el optar por el camino de la deuda remunerada resulta más conservador. La estrategia muestra prudencia y prioridad en bajar la inflación».
Por qué baja el dólar que pactan inversores, pese a las críticas
Un aspecto a tener en cuenta es que el precio del dólar futuro que se negocia para los próximos meses también depende de manera directa al valor y movimiento actual del tipo de cambio. Por ende, la baja que afronta en la actualidad puede revertirse, o no, en los próximos días o semanas, según el escenario económico y político que se presente.
«El mercado de futuros está siempre conectado con el nivel que muestra el spot (contado) que, ante una baja, estimula un reacomodamiento de los precios en los futuros. Es decir, rara vez se desacoplan de la tendencia, y no siempre miden expectativas sobre ese tema. Durará lo que dure la calma en el contado», afirma Gustavo Quintana, analista de PR Cambios, a iProfesional.
Al mismo tiempo, diversos analistas destacan que el Gobierno estuvo interviniendo en los últimos meses en los mercados de futuros para controlar las expectativas cambiarias.
«En mayo, el Banco Central actuó fuerte en el futuro a diciembre. En junio actuó menos porque el mercado futuro se encuentra tranquilo. Pero el mercado futuro está tranquilo hoy, no implica que en los próximos meses siga igual. La tranquilidad se debe a que la demanda por futuros está calma», dice a iProfesional Jorge Colina, economista de Idesa.
En ello coincide Andrés Salinas, economista e Investigador de la Universidad de La Matanza (Buenos Aires), al afirmar: «La tranquilidad del mercado se debe a que, primero, el BCRA estuvo interviniendo durante mayo y junio en el mercado de futuros, con operaciones que alcanzaron volúmenes récord, algo que hizo que las tasas cayeran».
En segundo lugar, Salinas agrega que el agro se encuentra liquidando la cosecha en estos meses, que si bien se encuentra en un volumen «por debajo del histórico para el mismo periodo, esto sigue siendo una fuente de dólares que contribuye a la calma».
Igualmente, alerta que el Banco Central «no logra acumular reservas, lo que podría generar algún tipo de incertidumbre, pero el mensaje de la autoridad monetaria y su objetivo es claro: bajar la inflación».
Por su parte, Isaías Marini, economista de ONE618 (ex Fondo Consultatio), concluye a iProfesional: «Los riesgos de un salto brusco o de mayor volatilidad del tipo de cambio se han mitigado. El crédito en dólares regresó y funcionará como soporte tras el fin de la cosecha gruesa».
Además, indica que «la posibilidad de ingreso de flujos del exterior también representa otra fuente de divisas y, por último, el riesgo político de cara a las elecciones se mitigó con los buenos resultados que viene teniendo La Libertad Avanza (LLA) en las legislativas provinciales y sin la figura de Cristina Kirchner como candidata en la provincia de Buenos Aires».-