Si bien Manuel Belgrano fue una de las figuras más emblemáticas de la historia argentina tras formar parte del primer gobierno patrio y por ser el creador de la bandera nacional, también se destacó por su elegante forma de vestir.
De acuerdo al historiador Daniel Balmaceda, Belgrano fue uno de los primeros “dandis” de la Patria, junto con Bernardino Rivadavia, dado que usaron una estética particular que hacía un mix de elegancia europea con elementos criollos.
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¿Cómo era la vestimenta de Manuel Belgrano?
De acuerdo con el libro ¿Qué tenían puesto? La moda en la historia argentina, escrito por Daniel Balmaceda, Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia fueron considerados los “dandis” de la Patria. Esta corriente surgió en Francia, pero se consolidó en Inglaterra, generando no solo un cambio en la vestimenta, sino también en las actitudes de los hombres.
Sus principales características eran el refinamiento, la preocupación por la apariencia, la atención a los detalles y el manejo natural de los buenos modales. En este sentido, el dandismo se diferenciaba de la moda impuesta por la aristocracia cortesana: dijo adiós a las pelucas de los funcionarios, así como a otras tendencias masculinas, como las joyas, los zapatos con taco y el empolvado del rostro.
Uno de los principales referentes de este estilo fue George Brummell, alias “el Bello”, quien fue asesor del príncipe de Gales —el futuro Jorge IV de Inglaterra— y más tarde árbitro de la moda cortesana.
Belgrano adoptó una moda más criolla dentro del dandismo. Según el libro mencionado, las pinturas del creador de la bandera, se pueden notar algunos detalles: los pantalones de lino ajustados al cuerpo (llamados calzones), de colores claros, se estrechaban hacia el final para introducirse dentro de las botas de montar.
El objetivo era que quedaran tan ceñidos que se ajustaran a una segunda piel. Llevaba camisa blanca de cuello alto —que subía hasta el mentón—, con cravat de gasa o seda del mismo tono, y una levita de paño azul.
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En cuanto al corte de pelo, Balmaceda indicó que se denominó Titus: corto, con rizos y patillas extensas. Sin embargo, en Belgrano las patillas eran más discretas. En ese sentido, el autor señaló que el «dandi» siempre estaba perfectamente afeitado, y por las noches los hombres usaban medias de seda.
En lo que respecta al cuidado estético, Belgrano supo mantener las buenas costumbres y el aseo personal. Según el libro, Balbín fue uno de los críticos de esta forma de vestir, ya que observó a Belgrano como un hombre de estatura regular, pero de tez clara, cabellos rubios, rostro y nariz finos y elegantes.
MC / Gi