Georgina Barbarossa se sinceró tras el conflicto entre Nancy Pazos y Mariana Brey

El enfrentamiento entre Nancy Pazos y Mariana Brey se convirtió en uno de los temas más comentados de la televisión argentina en las últimas semanas. Las panelistas de A la Barbarossa protagonizaron fuertes cruces en vivo que incluyeron chicanas políticas, diferencias ideológicas y comentarios filosos que traspasaron la pantalla y que dieron de que hablar. Ante el revuelo mediático, Georgina Barbarossa, conductora del ciclo de Telefe, decidió romper el silencio y aclarar su postura ante la situación que se dio al aire.

Fiel a su estilo frontal, Georgina habló con Puro Show (El Trece) y reconoció que el clima en el estudio a veces se vuelve difícil de manejar. Sin embargo, dejó en claro que no pretende censurar a sus panelistas: “Son las chicas, no me gusta cuando son violentas y se dicen cosas feas, ahí las paro. Pero que se expresen es otra cosa”, aseguró la actriz, marcando el límite entre la opinión apasionada y el destrato personal.

La conductora también se refirió a cómo los medios y las redes amplifican estos conflictos internos hasta convertirlos en tema de debate nacional. “No son escándalos, pero a ustedes les va brutal”, comentó con ironía sobre la atención que generan estos cruces. Y agregó: “No se pelean ordenadas, las paro porque a veces no se entiende. No me molesta tanto, me duele más la realidad que tenemos que vivir, acá y en el mundo. Es horrible”.

Más allá de las peleas al aire, Georgina aprovechó la oportunidad para responder a quienes la critican por supuestas simpatías políticas. Con total claridad, desmintió que tenga afinidad con el kirchnerismo:  “Mucha gente lo dice, o me insulta diciéndome ‘cucaracha’. Es gracioso porque no soy kirchnerista. Yo soy radical, de la época de Alfonsín. No soy mileísta ni kirchnerista”, aclaró, cansada de las etiquetas que le adjudican sin conocerla.

Sobre cómo maneja la convivencia de voces tan diferentes en su programa, Barbarossa destacó que apuesta a la pluralidad, pero siempre bajo una premisa: el respeto.  “Que se expresen está bien, cada una tiene su opinión, pero si empiezan a decirse barbaridades, ahí tengo que intervenir”, explicó.