La variante XFG del Covid, popularmente conocida como “Frankenstein” por su naturaleza recombinante, no para de crecer en el mundo. El último informe de vigilancia genómica de la Organización Mundial de la Salud -que mide hasta el 27 de julio- indica que el 54,4 por ciento de las muestras obtenidas a nivel global ya corresponden a este nuevo linaje de Ómicron. Su curva se ha elevado como un rayo.
Como informó Clarín la semana pasada, los primeros casos de esta cepa en Argentina pudieron ser detectados. Luego de esa certeza, comunicada hace diez días, no hubo nuevos análisis genómicos oficiales -al menos que se hayan difundido- para poder observar la evolución de XFG en el país.
En cambio, el Ministerio de Salud dio a conocer nuevos detalles sobre los casos descubiertos. Un total de tres contagios, de los cuales dos fueron identificados en el marco de la vigilancia centinela en Unidades de Monitoreo Ambulatorio (UMA) en la ciudad de Córdoba.
Las muestras -que como tales serían representativas de una incidencia posiblemente mayor– fueron recolectadas en el hospital Rawson y derivadas al Laboratorio Central de la provincia, para posteriormente ser analizadas por el Laboratorio Nacional de Referencia del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas INEI-ANLIS “Carlos G. Malbrán”.
Estos dos primeros contagios correspondieron a personal de salud, “quienes presentaron cuadros clínicos leves y se encuentran actualmente recuperados”, explicó el Ministerio. Una particularidad es que “ninguna de las personas había recibido dosis de vacuna contra SARS-CoV-2 en el último año, aunque sí contaban con esquemas previos de vacunación”.
Adicionalmente, se identificó un tercer caso en un establecimiento privado de la ciudad de Córdoba, a través del mismo circuito de derivación de muestras. “Se trató de un paciente internado por un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico que presentó fiebre durante su estancia hospitalaria, por lo que se presume una transmisión intranosocomial”, dice el informe.
El paciente evolucionó favorablemente y se recuperó de la infección por SARS-CoV-2. Al igual que los casos detectados vía la UMA, no había recibido dosis de vacuna contra SARS-CoV-2 en el último año, aunque presentaba antecedentes de vacunación en años previos.
Como se ve, el problema del déficit de cobertura vacunal en el último año es un hilo conductor. Clarín alertó sobre esta cuestión en un artículo reciente, en el que señaló que ante la eventualidad de la llegada de una variante potencialmente más contagiosa, el déficit de anticuerpos en los argentinos podría volverse ostensible.
Efectivamente, a partir de información de la base de datos de inmunizaciones nacional, en lo que va de 2025 menos del 1 por ciento de la población se aplicó una dosis, mientras que en 2024 sólo lo había hecho el 3,8 por ciento. Las vacunas que el Gobierno pone a disposición de la gente de manera gratuita son las de ARN mensajero, mientras que la fabricada en Argentina, la ARVAC, está disponible en las farmacias.
PS