El verano 2026 ya comienza a delinearse y con él un escenario de precios para que las familias tomen una decisión: una escapada a la Costa o un viaje al exterior.
Las ciudades balnearias más tradicionales de la costa argentina como Mar del Plata, Pinamar, Cariló y Villa Gesell exhiben una oferta que evidencia aumentos sensibles, combinando moneda local, dólares y una disparidad de tarifas según ubicación, categoría y tipo de servicio.
En tanto en el exterior, las playas son irresistibles y Brasil se presenta como el destino más tentador por su competitividad en precios.
La Feliz. En Mar del Plata, el mercado de alquileres temporarios ya tiene valores sugeridos por el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos: un monoambiente para 2/3 personas cotiza desde $300.000 por semana, mientras que un departamento de dos ambientes para 3/4 personas trepa a $470.000 y uno de tres ambientes para 5 o 6 personas comienza en $ 690.000. Un chalet de tres ambientes y similar capacidad se ofrece desde $940.000 por semana. Estas cifras marcan una suba respecto de temporadas anteriores, en línea con las recomendaciones de un incremento del orden del 25 por ciento por sobre el año pasado, teniendo en cuenta que la inflación del Índice de Contratos de Locación (ICL) trepó hasta un 50 por ciento interanual. En cuanto a los hoteles, Jesús Osorno, dirigente hotelero, asegura que un dos estrellas base doble costará entre 40 y 70 mil pesos; un tres estrellas, entre 70 y 90 mil; 4 estrellas alrededor de 150 mil, mientras que los 5 estrellas tienen tarifa libre. Siempre dependiendo de las zonas, ya sean Punta Mogotes, La Perla o el centro.
Lujo atlántico. Mientras tanto, Pinamar consolida un modelo dolarizado. Los alquileres se pactan mayormente en moneda extranjera: un departamento de dos ambientes ronda los US$ 200 por noche, o US$ 4.000 por mes, y una casa amplia puede trepar a US$ 18.000 por mes en enero. Cariló, con un perfil aún más selecto, ofrece casas por US$ 8.000 la quincena, con posibles bajas del 30 al 40 por ciento en febrero. El fenómeno no sorprende, los propietarios prefieren resguardar ingresos en divisa dura frente a un contexto inflacionario y devaluatorio, mientras los turistas de mayor poder adquisitivo continúan eligiendo estos destinos como símbolo de exclusividad y confort.
Villa Gesell, por su parte, sostiene la bandera de lo “popular” aunque con números significativos. Una casa para cuatro personas ronda los $130.000 por noche, un departamento de dos ambientes $60.000, una habitación doble de hotel $125.000, y una carpa de playa parte desde $55.000 diarios. Es que la playa también suma lo suyo. En Mar del Plata, una carpa o una sombrilla pueden superar los $70.000 por día, lo que convierte una semana completa de descanso playero en un gasto robusto para cualquier familia tipo. Por ejemplo, la carpa en Playa Grande por día cuesta $80.000, mientras que durante todo el mes de enero, llega a los 2 millones de pesos.
Sumar gastronomía eleva aún más la ecuación. Menús por persona alineados con la inflación, tragos en paradores de alta demanda y consumos mínimos que, en puntos exclusivos, rozan cifras difíciles de sostener. Aún así, restaurantes y cafeterías de la ciudad trabajan promociones, muchas de ellas impulsadas por la campaña turística «Mar del Plata Te Siente», para mantener viva la competitividad dentro de la Costa Atlántica.
El entretenimiento también juega un papel central en la billetera estival. La temporada teatral marplatense vuelve a apostar por el esquema de “Precios Amigables”, impulsado por Carlos Rotemberg, con entradas que no superan los $55.000, casi un 30 % por debajo de la inflación proyectada.
En otro idioma. Brasil vuelve a emerger como el refugio predilecto de los argentinos para el verano 2026, en buena medida porque, aunque más caro que el año pasado, sigue siendo competitivo frente a las costas locales. Los paquetes de siete noches en destinos como Florianópolis, Búzios o Río de Janeiro, con vuelos y hotel de tres estrellas, promedia el 1,5 millón de pesos por persona, valor muy por debajo de muchas alternativas nacionales. Al comparar con la Patagonia, la diferencia se vuelve evidente: un “all inclusive” en Maceió cuesta prácticamente lo mismo que un hotel estándar en Bariloche.
Otra alternativa que muchos argentinos evalúan es el extranjero. Según las principales compañías de viaje, para la temporada 2026 un paquete turístico “all inclusive” de una semana a un destino caribeño puede costar entre $3,2 y $4,2 millones por persona. Por ejemplo, un resort de Punta Cana (República Dominicana) del 5 al 12 de enero cuesta unos $3.201.647 por adulto; mientras que un paquete similar en la isla de Aruba arranca en $4,2 millones. Vale aclarar que estos valores disminuyen en un 30 o 40 por ciento durante los meses de marzo y abril, por lo que una ecuación valida es vacacionar en el extranjero comenzado el otoño.
Bariloche maneja valores internacionales. Los costos de una semana de vacaciones para una familia tipo rondan los $6 millones, según el medio de transporte y el plan elegido. Por persona, un plan moderado de siete noches puede costar entre $629.500 y $1.200.000.
¿Vacacionar dentro del país o en exterior?. es el dilema.
