Mientras restan detalles para que se agregue a la lista Sebastián Driussi que hasta rechazó una oferta millonaria de Estudiantes y sus capitales, Marcelo Gallardo sigue poniendo en valor su proyecto futbolísticos y por eso los jugadores deciden sumarse sabiendo que lo que pierden desde el dinero lo ganan desde el prestigio y la evolución.
Como en su momento fueron los casos de Enzo Pérez, Pratto y Pinola por ejemplo y ahora son los de Acuña, Pezzella, Montiel y Martínez Quarta, todos quieren probar nuevamente o por primera vez el desafío de ser entrenado por el Muñeco Gallardo en su modelo de gestión River.
En esta nueva versión más firme y más metida en el mercado de pases y a la vista de todos, no fue casual que el DT haya estado en todas las fotos de presentación de jugadores.
“Es toda de Marcelo”, dijo Enzo Pérez en la pretemporada para poner en órbita el valor de la palabra de Gallardo a la hora de decidir su regreso. Rojas y Galoppo que tenían ofertas mucho mejores desde lo económico lo resignaron para poder estar en un equipo de Gallardo. Tampoco lo dudó el chileno Tapia que quedó libre y con una veintena de años tenía destino europeo pero el llamado del Muñeco le puso oídos sordos a todo.
La presión del Chino Martínez Quarta para salir de la comodidad holgada de los euros de la Fiorentina tiene que ver con su devoción a Gallardo. Sabe que con el Muñeco va a relanzar su carrera que ya tiene destino de selección y más si juega en el River de Gallardo.
Lo mismo con Montiel que ni dudo cuando supo que volvía el Muñeco e hizo todo lo posible para salir de Sevilla y en lugar de irse a jugar a Italia como campeón del mundo eligió la banda para tomar impulso de nuevo. Ni que decir más con el caso de Pezzella que se adelantó o con Bustos o Meza que se tiraron de palomita cuando los llamó Gallardo el año pasado.
Es que para el mundo del fútbol Gallardo se convirtió en un entrenador que gestiona todo y por eso los jugadores observan que sus carreras bajo la batuta del Muñeco pueden ser mejores y más provechosas. Y cuando ven estos ejemplos y otros como los de Julián Alvarez o Enzo Fernández, o Rafa Borré y Juanfer Quintero, sienten ese magnetismo de subirse al tren de Gallardo.
Por eso, más allá de las cuestiones del mercado y los imponderables del dinero y los intereses, al estar el proyecto de Gallardo y encima con el Mundial de Clubes en el medio el valor de la oferta sube en especial para los jugadores. Allí está el caso de Esquivel que tiene mucho futuro y juega en Brasil y que prefiere a River antes de dar el salto a Europa.
LP