Alejandro Cassaglia, especialista en terrorismo y crimen organizado, habló con Canal E sobre el impacto de la nueva estrategia de seguridad en la frontera entre Argentina y Bolivia. Abordó la construcción del alambrado en Salta, el narcotráfico y la trata de personas, además del papel del Gobierno en la lucha contra el crimen transnacional.
El reciente anuncio sobre la construcción de un alambrado en la frontera entre Salta y Bolivia generó reacciones encontradas. Alejandro Cassaglia restó dramatismo a la medida y la calificó como «un simple control migratorio» en un área de tránsito constante. Explicó que, «el cerco solo busca ordenar el ingreso en Aguas Blancas y Bermejo, donde hay un movimiento comercial diario».
El impacto de la construcción del alambrado en el gobierno de Bolivia
Sin embargo, la reacción del gobierno boliviano fue de preocupación, argumentando que podría afectar las relaciones bilaterales. Cassaglia desestimó este argumento, señalando que, «las tensiones entre ambos gobiernos son más políticas que reales» y que «un alambrado de 200 metros no altera una frontera de 70 kilómetros«.
Preocupación por el narcotráfico de cocaína desde Bolivia
Uno de los puntos críticos de la frontera es el tráfico de drogas. Según el entrevistado, «el 80% de la cocaína que ingresa a Argentina proviene de Bolivia» y la mayoría se dirige a mercados internacionales como Brasil, Europa y Asia. Estimaciones de la DEA y la ONU indican que «en 2023 se traficaron entre 90 y 100 toneladas de clorhidrato de cocaína desde Bolivia«.
A pesar de estos números alarmantes, Cassaglia aclaró que, «el alambrado no resolverá el problema del narcotráfico«, ya que las rutas utilizadas para el tráfico ilegal son múltiples y adaptables. En este sentido, destacó la importancia del Plan Güemes, implementado por el Gobierno, que refuerza la seguridad con Gendarmería, Policía Federal y Prefectura Naval.
El problema de la trata de personas y el contrabando
Además del narcotráfico, la frontera enfrenta problemas como la trata de personas y el contrabando. «Bolivia estima que el contrabando representa entre el 5% y 10% de su PBI«, señaló el especialista en terrorismo, que luego agregó que, «Argentina también sufre estas pérdidas económicas». La falta de controles adecuados ha permitido el crecimiento de estas actividades ilícitas, afectando a miles de personas.
En cuanto a la trata de personas, Cassaglia mencionó que, «casos recientes, como el de Loan en Corrientes, evidencian la gravedad del problema«. Reforzar la vigilancia en las fronteras es clave para combatir estas redes criminales.
Cassaglia también destacó que, «la falta de inversión en seguridad durante años dejó a las fronteras argentinas desprotegidas«. En particular, mencionó la radarización como un punto crítico en el combate al narcotráfico. «El control aéreo es fundamental para detectar avionetas ilegales que ingresan cargamentos de droga», afirmó.