Cuando Luis «Toto» Caputo asumió en Economía, su primo Santiago le pidió la contraseña del Twitter para volverlo más combativo y canchero.
Desde entonces, el ministro se volvió un «picante» en las redes, pese a que quienes lo conocen personalmente aseguran que tiene un perfil mucho más bajo. De hecho en su primera incursión en la política, durante el macrismo, su fenotipo era el de un hombre tímido, callado, taciturno, que solía asustarse del sube y baja de la política argentina.
En un informe de gestión que dio en Diputados en abril de 2018 le mandó un papelito a Gabriela Cerruti diciéndole «No seas mala». De ese Caputo de los papelitos como en la escuela, en su versión libertaria se anima a pelearse con Cristina Kirchner y otros opositores con un tono canchero. A Juan Grabois, por caso, le dijo «chichón de suelo». No son términos que hubiera utilizado en su etapa «republicana».
Núñez, que tiene el perfil de Romo en las redes de bombardeo constante y maleducado hacia los detractores del gobierno libertario, tiene una puerta que da al despacho del ministro.
El comisario que le pusieron Santiago Caputo y Agustín Romo, los kapos de la estrategia digital, se llama Felipe Núñez, que se presenta como «Chief Financial Analyst de Toto».
Núñez, que tiene el perfil de Romo en las redes de bombardeo constante y maleducado hacia los detractores de Javier Milei, tiene una puerta que da al despacho del ministro.
Nuñez forma parte de la «pandilla de Anker». La consultora de Caputo que integran los otros laderos de Toto: Santiago Bausili, titular del Banco Central y los economistas Federico Furiase y Martín Vauthier.